lunes, 5 de julio de 2010

Me estoy anotando mal




Todo aquel que me conoce medianamente bien sabe que tengo una extraña fijación por los hombres que están totalmente fuera de mi alcance por una entre muchas razones ilógicas que inconscientemente me busco para auto-sabotearme. En algunos casos se trata de hombres emocionalmente inaccesibles. Bueno, esos abundan y todas... entiéndase TODAS nos hemos topado por lo menos una vez con uno de esos. Es inevitable, ya que abundan por donde mires, como barajitas repetidas o granos de arroz en una boda de esas cursis de chick flick protagonizado por Sandra Bullock.


Luego está aquel con el que tienes una química instantánea, buena conversación, es agradable, tiene buen gusto musical. Click! NOT! En algún momento de la conversa sale a relucir la novia, o en el peor de los casos, la esposa... Chan! 


Funny (and true) story: Una noche encontrábase esta servidora en un conocido local caraqueño con unos amigos viendo a una banda de cuarenta - casi cincuentones - trasnochados tocando versiones de Guns n' Roses mientras intentaban recuperar su juventud perdida. Miré hacia un lado y entre la gente apareció este tipo. Ningún galán, pero llevaba un estilo que me pareció interesantón. Él habrá pensado algo parecido, ya que poco a poco se fue acercando hasta que quedó plantado al lado de de mí y de uno de mis amigos. Ahí estaba, escuchando lo que hablábamos JanPi y yo (en ese momento nos burlábamos de los viejos en el escenario), hasta que finalmente decidió soltar algunas palabras.


Estuvimos más de una hora hablando de cualquier cosa (sí, soy la peor amiga del mundo, durante esa hora y tanto me olvidé de mis panas). El pana oye buena música. Escoge bien las películas que ve, es simpático, y dentro de su particular estilo, es hasta guapo (not really, pero a mí igual me gustó). Ah, también me pareció bastante atento y considerado. 


Ya después de 3 o 4 birras y el respectivo intercambio de números telefónicos, en medio de la conversa me suelta algo como "Es que yo tengo un amigo... bueno, realmente es un amigo de mi esposa, porque sabes? yo estoy casado..." de nuevo: Chan! Esto también puede pasarle a cualquiera. Levanten las manos si no les ha pasado! Uhhh... nadie? Bueno, vale, le pasa a la gente caída de la mata como yo, por no fijarme si tenía el anillo puesto (que vale acotar, sí lo tenía), Cáncer de dedo lo llamo yo. Poniendo el tema de mi ya imperdonable distracción aparte, no tenía manera de saberlo. Mi reino por una foto de mi cara de ponchada.


Luego (y aquí sí asumo enteramente mi responsabilidad), los geográficamente inaccesibles. Sí, soy infinitamente antojada. Las probabilidades apuntan a que si un tipo vive en la misma ciudad que yo, no me va a gustar lo suficiente como para realmente tomarlo en cuenta. Y si vive en otro país, tanto mejor. Ya sea que viva en Estonia, España y mi preferida: Argentina (lo reconozco, me mata el acento). 


Hace poco menos de un año me encontré con un viejo conocido que estaba de paso por Madrid, y decidimos tomar un café para ponernos al día con nuestras vidas. Dos días después estábamos montados en un tren camino a Barcelona. La idea era que yo le mostrara la ciudad ya que no la conocía. Compartimos bastante esos 3 días y nos fuimos (re)conociendo. A partir de ahí, poco a poco se fue desarrollando un sentimiento que hacía un buen tiempo no me permitía tener, por eso de "no terminarse estrellando". De pronto las gigantescas murallas que armé a mi alrededor se fueron derrumbando.


Long story short: el click, la química, el cariño, la confianza, comodidad, seguridad, libertad, amor. Sip, el muro lo tumbó y yo lo dejé caer. Felicidad, perfección. Qué feliz se siente uno! Finalmente lo que dejé de buscar hace tiempo llegó tocando a mi puerta. Sí, me convencí y me convenció de que era él. Ya no tendría que temerle a bajar la guardia, a dejar entrar a alguien, a querer y a querer querer. Esa sensación es increíble. Vale acotar: No vivía en Madrid. Tampoco vive en Caracas. Pero la diferencia es que estábamos dispuesto a hacer todo lo posible y necesario por eliminar la distancia. Hoy en día asumo que sigue teniendo ese plan. Sólo que no conmigo. La certeza que tenía de querer estar conmigo se le fue al caño de un día para el otro. Resultado: la fortaleza que me protegía hoy está más alta y fuerte que nunca. Gracias, de verdad. Gracias por hacerme querer no querer.

Ya han pasado unos meses. Pocos, eso sí. Y cada quien busca seguir su camino. Yo de vuelta en Caracas y buscando algo nuevo, refrescante (aunque en esta ciudad no está fácil). Pero si he conocido gente nueva, distinta a la que siempre me ha rodeado.Sale de los parámetros establecidos y aceptados por la zoociedad y se liberan de prejuicios. Me encanta. Sin embargo no puedo decir que realmente los conozco o me conocen, ni que vaya a bajar a guardia pronto para que me vean como soy. No me atrevo. 


Volviendo a mi auto-saboteo, por ahí descubrí a alguien que despierta mi interés. Hasta ahí todo normal. Pero algo me dice que está bien atornillado en una silla en uno de los dos primeros grupos que mencioné hace un rato (no digo el tercero, porque -oh sorpresa- vive en este valle caraqueño. En todo caso, sé que estoy repitiendo uno de mis patrones. Que me estoy haciendo la cabeza por algo que seguramente existe únicamente en mi imaginación y en este blog. Sé con seguridad, como en pocos casos, que me estoy anotando mal.

5 comentarios:

  1. Amiga, leete el libro "Las mujeres que aman demasiado" de Robin Norwood. Fue lo que me hizo entender mis patrones y me ayudo a salir de ellos para poder vivir una relacion sana.

    ResponderEliminar
  2. Hola Valen! definitivamente encontrar una pareja que valga la pena (la pena y esfuerzo de tumbar todos los muros) no es nada fácil... y según mi opinión muuuy personal, mucho menos en Caracas!!! Entiendo perfectamente la atracción por extranjeros o tipos en otros países! ;) jejeje! Pero creo que lo del autosaboteo, como tu dices, es más complejo... Mientras tu misma no estés totalmente convencida de que te MERECES a alguien que valga la pena y con quien puedas compartir de verdad, te seguirán atrayendo los inalcanzables. No se si te estás anotando mal... pero con esta reflexión me parece más bien que vas por buen camino! :)Besos!
    Anais

    ResponderEliminar
  3. Me encantó este post. te encontré revisando los storytellers de toto.
    Yo también tengo estos patrones de autosaboteo, a mi me encanta un hombre inteligente, alto y guapo(opcional), pero parece que esas tres variables son agua y aceite en un ser masculino.. ah y sorpresa: el que casi reunía todas las cualidades ¡voilà! se fue a estudiar/vivir a Barcelona, España. Gracias, gracias. Así que niña. te entiendo demás. También tengo esas murallas y ni idea de como convertirlas en piedritas de medio metro. En fin, buen post.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Elena en Vacaciones! Gracias!!! Pues como le comentaba a una amiga, mi intención fue, más que quejarme de que las relaciones fracasaran una y otra vez, la de contar una historia, incluso tratando de darle una nota jocosa en ciertos momentos, aunque sí, todos hechos de la vida real.

    Me alegra que te haya gustado y espero no ir decepcionando con el tiempo, que recién estoy empezando con esto de "escribir" con una frecuencia mayor a una vez al año.

    Un abrazo fuerte (a las 3)

    ResponderEliminar
  5. Buen blog, la búsqueda no puede detenerse...

    ResponderEliminar