martes, 11 de octubre de 2011

Disyuntivas que no se curan con ron

Él siempre llega con algún dulce en la mano: galletas, facturas, chocolates, budines o helado. Me mira con esos ojos de cachorro extraviado que convenientemente expresan un no sé qué tan sentido "te extraño". Me besa dulcemente mientras caminamos hasta el living. "Me regala un roncito?"-pregunta- , y es que le encanta el ron venezolano. "Éste es dulce, como usté" me dice, aunque me doy cuenta que el trago lo regaña un poco. No está acostumbrado a tomarlo puro.

El vaso en una mano, con la otra sujeta mi cintura y me acerca hacia él. Me mira con ternura, me sonríe con picardía y me vuelve a besar, lento, dulce, justo, apasionado. Sus manos exploran mi piel, nuestra respiración se acelera hasta que ambos perdemos el aliento. Nos hacemos uno, en alma y en cuerpo, y ese momento es hermoso, es más que perfecto. Salvo por un detalle. Las sonrisas, la picardía y los rones se disuelven en ese infame momento en el que, al tiempo que lo beso, me doy cuenta que he empezado a quererlo, sin querer he empezado a quererlo y peor aún, me gusta quererlo, aunque sé que no debo. Me invade una sensación de nostalgia, de añoranza al saber que aunque él también quisiera quererme, nunca será suficientemente valiente para permitírselo.

Me dice una y otra vez que debo echarlo. Pero yo no quiero echarlo, y él no se atreve a echarme. Tan estúpido, tan cobarde, tan adorable e irresistible. Tan genuino con sus caritas de niño regañado después de hacer algún desastre y sus cosquillas en los pies. Con su torpeza cual Trucutrú llena de inocencia. Lo quiero. Por todas esas cositas lo quiero y lo quiero querer.

Y por esas cositas es que lo tengo que dejar.

sábado, 1 de octubre de 2011

Así me estrené

Cuando estaba estudiando en Madrid para mi "Súper Máster del Universo", en varias ocasiones pensé en dejar ese máster para irme a Barcelona a hacer una especialización en Derecho Deportivo o en Periodismno Deportivo. Lo cierto es que el máster en la Carlos III no podía dejarlo porque tenía una beca, así que mi idea era terminarlo, buscarme un trabajo en Barcelona para mudarme y dar ese giro hacia algo completamente distinto a lo que venía haciendo desde que me gradué de Abogado en la UCAB.

Mis planes no salieron tal cual como esperaba. De hecho, no salieron ni remotamente como esperaba. La crisis financiera mundial, CADIVI haciéndome la vida cuadritos, una hemorragia cerebral y la posterior cirugía y reposo correspondiente, mermaron esos planes. Regresé a Caracas con el rabo entre las piernas, sin dinero, sin trabajo y sin nadie (entre los muchos contactos) que me tendiera una mano.

Así, desempleada y sin dinero, me perdí de hacer el Curso de Periodismo Deportivo que se imparte en la USB y de asistir a un Seminario en Maracaibo con unos capos en el área tanto de Argentina como de Venezuela. "Más adelante será", pensé, pero cada vez lo veía más lejos.

Finalmente llegó la oportunidad laboral esperada: como Directora en una ONG que trabaja con inmigrantes y refugiados en Argentina (volviendo a las raíces), así que decido armar mis maletas para partir al Sur, y la idea de estudiar vuelve con más fuerzas. Después de todo, estoy en la capital latinoamericana del fútbol y de quienes conocen, hablan, escriben, opinan y comentan de él. La mejor escuela de Periodismo Deportivo del país está a tres cuadras de mi oficina, y el canal que produce las transmisiones deportivas que vemos en el continente está a tres cuadras de mi casa. Estoy en el lugar, y este es el momento.

Pero no es tan fácil. La escuela es cara, y mi trabajo es inestable. Paga poco (muy poco) y básicamente cuando quieren o pueden, así que mientras resuelvo si puedo estudiar o no, decidí, por sugerencia de quien espero ser futura colega, escribirle a gente en medios en Venezuela ofreciéndome como corresponsal desde aquí, y en uno de ellos me abrieron las puertas. "Escribe una previa de uno de los partidos de la siguiente fecha". Y en seguida me puse a escribir.

Es una nota cortita, pero que requirió de un buen rato de lectura en investigación, pero que me dejó  con ganas de ir por más, de seguir escribiendo, de seguir aprendiendo, estudiando y practicando para ser lo mejor que puedo ser. Y la verdad, quedé satisfecha con el resultado. Poco a poco lo voy logrando.

Aquí comparto mi nota con ustedes, porque siendo la primera, no podía no estar aquí:

El nuevo clásico de la temporada.



Ante la ausencia de River en el torneo local, el clásico de Avellaneda cobra relevancia y pasa a ser el más importante de la Primera División esta temporada.

Los “diablos” de Avellaneda vienen de caer ante Vélez por 1 a 0 como locales en la 9ª fecha y de una derrota ante Liga de Quito por 2 a 0 en la Copa Sudamericana. Otro mal antecedente es el reciente escándalo del ex entrenador Antonio “turco” Mohamed, quien dejó su cargo por presiones de la barra brava. Sin embargo, no todo es tan malo: “patito” Rodríguez entrenó sin mostrar molestias ni sentir dolor en su rodilla izquierda, por lo que muy probablemente estará en el partido ante la “academia”.

Por su parte, Racing buscará mantener la segunda posición de la tabla a la espera del resultado del encuentro entre Boca y Tigre un par de horas más tarde, con esperanzas acortar la distancia con el líder. Fue descartada una posible lesión de Pillud, quien llegó de jugar conla Selecciónen Brasil con una sobrecarga muscular en el aductor izquierdo. Se espera que con reposo y cuidados intensivos hasta el domingo, pueda jugar el clásico. Quien no corrió con la misma suerte fue Patricio Toranzo, que sufrió un desgarro en el isquiotibial izquierdo ante San Lorenzo y quedó descartado para este domingo, por lo que el “cholo” pondría a Hauche como socio de Gutiérrez.

Racing e Independiente se han enfrentado en 21 ocasiones desde 1990, año en que se dio inicio a los torneos cortos, siendo Racing local con predominio visitante: 8 victorias de Independiente, 10 empates y apenas 3 triunfos de la “academia”.

Posibles alineaciones:

Racing: Sebastián Saja; Iván Pillud, Matías Martínez, Matías Cahais, Lucas Licht; Agustín Pelletieri, Claudio Yacob, Luciano Aued; Giovanni Moreno; Gabriel Hauche y Teófilo Gutiérrez.

Independiente: Fabián Assmann; Eduardo Tuzzio, Julián Velázquez, Gabriel Milito, Maximiliano Velázquez; Cristian Pellerano, Fernando Godoy, Osmar Ferreyra; Leonel Núñez o Patricio Rodríguez; Brian Nieva o Patricio Rodríguez y Facundo Parra.

La nota la pueden ver en el portal de Todo es Fútbol, donde apareció publicada el viernes. Espero que les guste.