Celebremos: ¡Me Divorcié!

Si me siguen por Twitter, recordarán que hace poco más de una semana escribí unos tweets que decían algo como esto: 

@Valen_TR: Mi amiga (a la que llamaremos Pili) ve a su perro tan desarreglado que me dice "ay no, yo no voy a ir a divorciarme mañana, voy a llevar al perro a peluquiá!"

@Valen_TR: Al final no supe si la amiga con la que me tomé el café el lunes fue a firmar el divorcio o a llevar el perro a peluquiarse...

Su ex (vamos a llamarlo Samuel) vio los tweets y me respondió: "Vamos mañana a firmar. Lo del perrito ni idea:"

Hace un par de meses Pili se había ido de viaje por Europa con otras dos amigas. Estando en Berlín, una noche, justo antes de irse de rumba, una de sus amigas le entregó un condón y le dijo "toma mijita, porque una nunca sabe como termina la noche y hay que cuidarse!". Pili no se encontró con el hombre de su vida esa noche. Bah! ni siquiera con "el hombre de su noche". No hubo el one night stand ni noche de copas, noche loca. El condón fue a parar en el portamonedas.

La semana pasada Samuel y Pili se encontraron en Pajaritos para -finalmente- firmar tan ansiado divorcio. Se saludan, hacen su cola y luego de un buen rato de espera, se sientan con el Secretario del Tribunal frente a ellos. El Secretario le  pide a cada uno su Cédula de Identidad. Hasta aquí todo bien, lo usual pues.


Pili, caught up in la emoción del momento, con mucho ímpetu saca su portamonedas de la cartera. La adrenalina recorre su cuerpo, la emoción la invade. Lágrimas de felicidad. Muy pronto será el fin de todo este proceso engorroso que estipula el Código Civil Venezolano, que no pone suficientes obstáculos para que la gente se case, pero luego son mil y una trabas para divorciarse. (Llegó un momento, mientras trabajaba en Justicia Municipal, en el que ponía como condición para hacer las cartas de soltería que luego no vinieran a pedirnos que les hiciéramos el escrito de divorcio... se quedan casados carajo!!!).

En el momento en que Pili sacó el portamonedas, salió volando por los aires, en cámara lenta of course, para que todos pudieran verlo mientras caía, para luego rebotar en el zapato de Samuel, nada más y nada menos que un condón. Aquel que unas semanas atrás le había dado su amiga esa mentada noche en Berlín.


De más está decir que las caras de quinta finalista de Samuel y del secretario del Tribunal eran un poema al más puro estilo sabinesco, y la cara de angustia de Pili, para la posteridad. Por supuesto las reacciones no tardaron en aparecer. Quizás para aliviar la tensión del momento y para librar a Pili de la vergüenza que sentía, Samuel lanzó al aire un sonoro "Carajoooo!" para luego dirigirse al Secretario del Tribunal y decirle: "ya ve? por eso es que nos estamos divorciando!" (risas del Secretario).


Vale acotar, que ya tenían casi dos años separados. Por otro lado, al salir del lugar más querido de todos los abogados de esta ciudad -NOT!-, entiéndase Pajaritos, comentaban alegremente lo mucho que se divirtieron echando cuentos mientras esperaban ser atendidos. No todo divorcio es un tormento.


Por cierto, también tuvo tiempo de llevar el perro a peluquear, y estaba en un estado tal, que lo pelaron completo. Quedó pinky como una ratita recién nacida.