viernes, 28 de agosto de 2015

Carta a mi hija adolescente (sobre los peligros de Internet)

Amada Oli,

Siempre has tenido la facilidad de sorprenderme por lo despierta e precoz que eres a tu corta edad. tu inteligencia día a día me deja boquiabierta. Ya hubiese querido yo a los 12 años ser  la mitad de brillante que eres tú.

Tu bondad se refleja en todos los que te rodeamos, y tu candidez e inocencia atraen hasta al más amargo y escéptico gruñón.

Pero precisamente esas cualidades increíbles que tienes son las que no te permiten ver que hay maldad dentro de algunos corazones. Que hay quienes están dispuestos a cualquier cosa para quebrarte, y se valdrán de cualquier medio que tengan a su alcance.

Uno de esos medios es precisamente el mismo que uso hoy para escribirte y enviarte esta carta con la que pretendo protegerte: INTERNET. Verás, esté mundo virtual es cercano a infinito y en él nos podemos encontrar con todo tipo de personas, y todo tipo de personas nos pueden encontrar a nosotros, incluso aquellas que nos quieren hacer daño sin motivo alguno.

¿Cómo lo hacen? . Haciéndose pasar por alguien que no son. Haciéndose tus amigos, ganando tu confianza. Y una vez que lo hagan, cuando dejes de estar alerta, cuando bajes tus defensas, mostrarán su verdadera cara. Estas personas no se iluminarán con tu bondad, y serán capaces de hacerte mucho daño, más del que alguna vez te puedas imaginar.

No te estoy diciendo que no confíes en nadie, ni que le temas a la computadora. Dale tu confianza a quienes conoces bien, a tu familia, a tus amigos, pero sobretodo a tus padres que tanto te amamos y queremos lo mejor del mundo para ti. 

Hagamos un trato: que en nuestra casa no hayan secretos. Cuando algo te parezca oscuro, raro o fuera de lugar, ten la confianza para hablarme de ello, y yo igualmente confiaré en tu palabra. Cuando un adulto, sea quien sea te diga o haga algo que te incomode o que te parezca incorrecto, cuéntamelo. Cuando un desconocido te agregue al Facebook, te busque en Twitter o piropee de más tus fotos en Instagram, házmelo saber, y charlaremos sobre ello con galletitas y leche o un helado. Sé que pensarás que no siempre soy capaz de entenderte, pero confía en mí: siempre voy a estar de tu lado, siempre te voy a cuidar.

Te amo con toda mi alma y mi corazón.

Mamá.