miércoles, 29 de diciembre de 2010

En el 2011...



Finalmente llega el fin de este nefasto año que ha sido 2010. Así mismo: NE-FAS-TO para el país, para mí, para muchos de quienes me rodean en cuanto a política, economía, situación laboral, situación sentimental y mil razones más. Particularmente, en mi caso, ha sido el año más improductivo de mi vida, y el primero, desde que tengo 18 años, en el que no he estado ni estudiando, ni trabajando. 

Mucha gente se lo ha venido achacando a mercurio retrógrado, que, al parecer, estuvo retrógrado unas 8 veces este año, ya que nadie paró de quejarse al respecto en los 365 días. Pero lo cierto es que a 2010 le quedan sólo 2 días de nefasta existencia, y con él se va cualquier indicio de negatividad, fracaso, planes sin ejecutar y achante, y desde ya, empiezo a armar mi lista de cosas que quiero hacer en el 2011 y así tener un año extraordinario. Va la lista:

  • Hace mucho que ando diciendo cuanto extraño estar sobre las tablas y actuar. La última vez que lo hice tenía 15 o 16 años y cada vez que voy al teatro salgo con esa sensación de que debería estar en el escenario. Por eso he decidido que haré un taller de actuación en enero.
  • Tanta pasividad este año, entre los meses de reposo post operatorio, el desempleo, readaptarme a Venezuela después de dos años en el exterior, han afectado mi metabolismo y me he echado unos kilitos encima. En el 2011 haré ejercicio, porque me niego a morir gordita.
  • Siempre he tenido una ligera atracción hacia algunos deportes extremos. No los practico habitualmente (ver punto anterior), pero a veces me da por aventurarme. A los 16 hice bungee jumping. Hace 5 años volé en parapente en Mérida. En el 2007 hice rafting en Mendoza. Aun no he hecho el salto en paracaídas. Quería hacerlo antes de los 30, pero como eso ya fue, lo incluyo en esta "to do list".
  • Cuando en enero '08 regresé de mi última visita a Argentina, me di cuenta de algunas cosas. La primera: terminé de comprobar que nunca me siento tan en casa como cuando aterrizo en Ezeiza y me bajo del avión. Otra es que siempre me deprimo cuando vuelvo a Caracas y se produce ese choque con una idiosincrasia que si bien me ha rodeado toda mi vida, simplemente no comparto ni tolero. En ese momento decidí que a más tardar en octubre de ese año me mudaba a Argentina. Lo decreté. La vida dio una vuelta inesperada. No fue a Argentina, sino a España. Lo había logrado un mes antes de mi fecha tope. Las circunstancias no me permitieron quedarme en Madrid. Pero hoy lo decreto de nuevo: En el 2011 dejaré Venezuela para irme a casa. Para vivir en Buenos Aires o en Barcelona.
  • En 2011 hay Copa América, nada más y nada menos que en el país de mis amores, y el que me enseño a amar el fútbol a la tierna edad de 10 años: Argentina. No sé cómo haré, pero es IMPERATIVO que esté ahí. Oye mira... sí chico, soy un varoncito.
  • Por supuesto que para lograr estas cosas hace falta dinero, y no es poco. Desde ya decreto, que este enero consigo curro, y uno que pague bien, acorde con el currículum que tengo, que humildemente, ha impresionado a más de uno. Y trabajaré en algo que me gusta, que se relacione con mi especialización y que me dé espacio para crecer en lo personal y en lo profesional, y por supuesto, que pueda hacerlo en una de las dos ciudades que ya mencioné. Si no consigo trabajo aquí, pues ganarme el Kino y con ese dinero me piro!
  • Y last but not least, que tampoco sé cómo haré esto, pero conoceré en persona a mi crush platónico #MásGuapoYSeMuere. Deséenme suerte!


No es una lista larga, pero tampoco es una fácil de cumplir. De hecho, es un reto enorme, y seguro esta lista irá en aumento, pero esto es un buen comienzo!

So people, los veo a todos en 2 días. Disfruten lo que queda de este 2010 para el olvido. Besos miles y feliz año!

domingo, 19 de diciembre de 2010

Cristo Viene, y Maneja para el Orto!




No sé si pasa en todos lados, pero en Venezuela los hombres insisten en que las mujeres somos terribles conductoras. En algunos casos, tienen razón. Pero muchas veces (y me atrevería a decir que en la mayoría de los casos), son ellos, conductores masculinos que tanto se jactan de ser los Schumacher de las autopistas y carreteras venezolanas, quienes causan los peores accidentes, o mínimo, me hacen pasar más bronca cuando me toca manejar "en contra de ellos".

Para nadie es secreto que manejar en Caracas (y llegar sano -física y mentalmente- a destino) es toda una hazaña, no sólo por las insufribles horas de tráfico que pasamos para llegar a un lugar que queda a 3 kilómetros de distancia, sino por la absurda cantidad de choferes from hell con los que nos topamos en esos 3 kilómetros. Que se comen la luz, que se pegan a la corneta desde ese primer milisegundo en el que cambia el semáforo, que no respetan el paso peatonal y le tiran el carro a quien se atreva a cruzar la calle por el rayado cuando se enciende el muñequito verde que camina. Por supuesto, no puede faltar aquel que te lanza el carro cuando intenta cambiar de canal, sacándote de la vía y casi tirándote contra la defensa.

Estos conductores nada tienen de buenos samaritanos. Demasiado lejos de eso. Aunque eso sí: se las dan de perfectos cristianos! Sí sí, leyeron bien: Cristianos.

Desde que regresé de Madrid hace ya casi un año y hasta el sol de hoy, cada vez que salgo en el carro con Irving (mi Bro), él me llama la atención sobre cada conductor bruto que se nos atraviesa en el camino cometiendo las infracciones más ilógicas que nos podamos imaginar, y siempre hay un común denominador. No, contrario a lo que ustedes chicos pretenden hacer creer, no es ser mujer. Tampoco son todos taxistas, ni camioneteros, ni viejitos seniles, ni motoriza... bueno, motorizados sí... ellos siempre son. Pero el denominador común es  que todos, TODOS tienen una calcomanía del Cristo de Jose pegada en el carro. Todos, sin excepción.

Y me pregunto yo: de verdad hay en este país tantos tantísimos devotos del mencionado Cristo? Han ido tantos venezolanos, o en todo caso (basada en la muestra tomada), tantos caraqueños han ido hasta Jose a rendirle tributo? O por el contrario, es una simple moda, como las pulseritas Power Balance o los relojes esos de colores como de silicón (que son bien tukkis, vale acotar)?

En todo caso, lo que sí creo es que su actitud temeraria al volante seguramente se debe a que al llevar la imagen del Cristo de Jose pegada al vidrio trasero del carro, se sienten protegidos contra todo, incluso contra su propia imprudencia, y a cuenta de creerse protegidos, manejan como el "endemoniado taxista del infierno" (Chirvo dixit), lo cual, ya es bastante decir.

Así que con esto los invito a que, la próxima vez que vayan al volante, se fijen bien si el conductor que les tiró el carro es uno de estos endemoniados hijos de taxista devotos del Cristo de Jose.