Flaco, levantate. Levantate y cantá!

Tenía tan sólo 9 años cuando por primera vez escuché esa que sería la primera canción que definiría mi gusto músical, y por supuesto, sería un track indispensable en el OST de mi vida. Esa canción la venimos escuchando todos desde que éramos chamos en verbenas, reuniones, cumpleaños, matrimonios, en la playa, en el carro. La cantamos todos abrazados en una rueda dando brincos eufóricos y cantando a todo gañote. Y es que quién no ha gritado a todo pulmón "De aquel amor de música ligera, nadie nos libra, nada más queda"?

La primera vez que escuché De Música Ligera experimenté por primera vez lo que es enamorarse. En ese momento, por primera vez supe lo que era sentir pasión por la música: me había enamorado del rock en español.

Gustavo Cerati y su música me han acompañado, como a muchos otros, a lo largo de mi vida. Han estado conmigo y mis tequilas en el peor de los despechos, o con mis amigos en la más feliz de las celebraciones. Nos ha estado acompañando incluso desde hace más tiempo que muchos de nuestros más viejos amigos.Tal como escribió José Urriola en su blog: "Cerati es uno de los nuestros". Así lo sentimos.

No tuve el privilegio de ir el sábado pasado a su concierto en la USB. Moría de ganas. Por una u otra razón no pude asistir. Hoy eso me llena de una nostalgia mezclada co frustración que no sé como explicar. La última vez que lo vi fue junto a Zeta y Charly, en el concierto que cerraba la gira del regreso de Soda en Argentina. La energía que se vivía era increible. Abrieron con "Juegos de Seducción" y enseguida la gente empezó a saltar tanto que la marea se llevó a Maritza, la amiga con quien viajé a Argentina para verlos. A Maritza no la volví a ver sino a la salida, pero en un concierto de Soda nunca sientes que estás solo. Estas con tus panas de toda la vida.

El domingo en la mañana cuando supe la noticia de su ACV me sentí aun peor por no haber ido al concierto. ¿Y si fuera el último y me lo perdí? ¿Sería una despedida inesperada y a destiempo?. No Gus, aun no es tu tiempo, aun tienes mucha música para darnos, mucha magia para compartir, muchas letras... no, no son simples letras. Muchos poemas que parecen describir perfectamente distintas etapas que hemos vivido, distintos sentimientos que hemos tenido.

Estos últimos días he leído lo que otras personas han escrito sobre Gustavo, y siento que cualquier cosa que yo pueda escribir hoy sería repetirlo todo. Ha marcado nuestras vidas. Ha hecho historia con su música y ha dejado una huella enorme en la historia de la música en todo el continente. Estuvimos con él en ese amanecer cantando "Sale el Sol" en el autocine del Cafetal, bailando con el "flaco" inflable en el Sambil ("Qué bien, mirá como baila el flaco!"). Nos enteramos que el ayer ya fue, que mañana no ha llegado, que Siempre es Hoy y que hay que aprovechar ese hoy y hacer todas esas cosas que no creemos posibles. Por eso hoy le quiero decir a Gustavo "Andá flaco, levantate. Levantate y cantá, que aunque no seas un súperhombre, esto no será algo imposible de vencer". Aquí estamos esperando, con mucha fe, con nuestra fe, verte volver, porque aun no te toca, aun tienes mucho para darnos...

Imagen del Caricaturista Leo Nieves - @MeolloCriollo