martes, 11 de octubre de 2011

Disyuntivas que no se curan con ron

Él siempre llega con algún dulce en la mano: galletas, facturas, chocolates, budines o helado. Me mira con esos ojos de cachorro extraviado que convenientemente expresan un no sé qué tan sentido "te extraño". Me besa dulcemente mientras caminamos hasta el living. "Me regala un roncito?"-pregunta- , y es que le encanta el ron venezolano. "Éste es dulce, como usté" me dice, aunque me doy cuenta que el trago lo regaña un poco. No está acostumbrado a tomarlo puro.

El vaso en una mano, con la otra sujeta mi cintura y me acerca hacia él. Me mira con ternura, me sonríe con picardía y me vuelve a besar, lento, dulce, justo, apasionado. Sus manos exploran mi piel, nuestra respiración se acelera hasta que ambos perdemos el aliento. Nos hacemos uno, en alma y en cuerpo, y ese momento es hermoso, es más que perfecto. Salvo por un detalle. Las sonrisas, la picardía y los rones se disuelven en ese infame momento en el que, al tiempo que lo beso, me doy cuenta que he empezado a quererlo, sin querer he empezado a quererlo y peor aún, me gusta quererlo, aunque sé que no debo. Me invade una sensación de nostalgia, de añoranza al saber que aunque él también quisiera quererme, nunca será suficientemente valiente para permitírselo.

Me dice una y otra vez que debo echarlo. Pero yo no quiero echarlo, y él no se atreve a echarme. Tan estúpido, tan cobarde, tan adorable e irresistible. Tan genuino con sus caritas de niño regañado después de hacer algún desastre y sus cosquillas en los pies. Con su torpeza cual Trucutrú llena de inocencia. Lo quiero. Por todas esas cositas lo quiero y lo quiero querer.

Y por esas cositas es que lo tengo que dejar.

2 comentarios:

  1. Creo entender ese sentimiento, ese en el cual eres presa del panico pues te das cuenta de que lo quieres, y que no quieres dejar de quererlo.
    Te doy un consejo objetivo, desde afuera, de aquellos que te dan las personas que no saben nada de la situacion:
    Si no crees que el pueda llegar a quererte a ti, sigue tus instintos y corre, ¡corre mientras aun puedas hacerlo!
    Me encanto este post, por cierto.
    Un saludo.
    Vic.

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  2. Intento salir corriendo, pero no lo logro!!! Gracias Vic por tu comment ;)

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