miércoles, 3 de noviembre de 2010

Carta abierta a ti, o la más cursi de las confesiones.




Sí, debo confesar que cuando me enteré que estabas aquí gracias a un incauto tweet de un amigo en común, se me hizo un arroz con mango cerebro-emocional que no he sabido manejar con la menor gracia. Se me sacudió el piso y el estómago casi se me sale por la boca. Así me sentí ese día de mayo cuando decidiste - vía mail - decirme que te habías dado cuenta de tú y yo no tendríamos manera de funcionar. Nunca me dijiste por qué, sólo que habían "detalles que saltaron a la vista" (que aún desconozco) que te convencieron de que eso era así, aun a pesar de la felicidad vivida en los meses anteriores. Ah! También aprovechaste ese email para decirme que - ahora sí - te habías enamorado, casualmente una persona a la que le abrí las puertas y los brazos con total confianza y a quien incluso, ingenuamente, le ofrecí mi amistad. Ya te imaginarás lo tonta que me sentí... Y cómo no? si unas semanas antes me habías dicho que necesitabas pasar un tiempo solo tratando de reacomodar y adaptarte a tu nueva vida, y mientras tanto estabas haciendo planes de vida con alguien ella. 

Confieso que, con todo lo mal que estuvo que decidiste hacer las cosas, y teniendo mil razones para hacerlo, no te odio, a pesar a lo que seguramente debes creer. Por el contrario, y tan reprochable como es, te sigo queriendo. Sigo sin haber roto esa promesa que hace casi un año te hice, y cumplo por ti las promesas que tú me hiciste. No me aburrí de ti, no fui a buscarme a alguien "mejor" (lo que sea que eso pueda significar), no te herí, no me rendí.

Confieso que fui feliz, como nunca. No podía pedir nada más. A tu lado aprendí a confiar, a creer, a no estar siempre a la defensiva, a vivir sin miedos, a ser libre, a amar... por lo menos por un tiempo, porque ahora no confío, no creo, vivo dentro de una coraza que quiero creer blindada contra todo y siento terror de volver a desnudar por completo mi cuerpo y mi alma para que alguien pueda conocerlos como tú los conociste... Como tú me conociste.

Confieso que desde que nos tomamos ese café una soleada tarde de agosto no ha pasado un día en el que  no hayas inundado mi mente, para bien o para mal, pero ahí estás. No solo te he pensado. También te he llorado, cuando menos, una, o dos o 4 veces por semana.

Confieso que hay días en los que muero por verte, por volver a tenerte, por volver a tocarte, y hay días en los que quisiera borrarte por completo, ni siquiera recordarte, como si no hubieras pasado por mi vida  hace 6 meses, o hace un año, o hace 17 años. Porque recordarte siempre es doloroso. Recordar la mejor Navidad, el mejor viaje, los mejores meses que pasé en mi vida se me hace hasta físicamente intolerable. 

Confieso que con lo mucho que detesto la cursilería, aquí estoy, siendo abiertamente cursi y ridícula ante el mundo mientras intento con este desahogo, sacarte definitivamente de mi sistema, aunque hubiera preferido mil veces tener la oportunidad de hacerlo de frente. Es una lástima que nunca fuiste suficientemente hombre para hacerlo.

Confieso que nunca he dicho adiós definitivamente. Me da miedo cerrar la puerta y tirar la llave, Pero por primera vez lo veo increíblemente necesario y urgente. Eso me dice mi cabeza, que con sus hemorragias y cirugías, está en mejor estado qué el corazón, que ya no tiene capacidad de decidir nada que me convenga.

Dicho esto (y seguramente dejando muchas cosas por fuera), quizás lo más difícil que he tenido que hacer es lo que viene: decirte, Eddy, finalmente, adiós. Esta vez sin idas y venidas, sin vueltas. Como lo hizo Vicentico: "Te destierro de mi alma y mi corazón", a ti, a quien amé todo lo humanamente posible.


8 comentarios:

  1. Valen:
    hoy sentí la firme intención de escribir un post como este!
    la verdad ha sido desgarrador y comparto muchas de esas sensaciones!
    sólo puedo enviarte un abrazo
    ni siquiera decirte que todo va a estar bien

    ResponderEliminar
  2. qué difícil son las despedidas. Sobre todo cuando ya se han despedido de ti y tienes que hacerlo en silencio.

    Me gusta mucho tu blog, llevo un tiempito leyéndote pero hasta ahora fue que me atreví a comentar.

    ResponderEliminar
  3. Así es Daniela, y la verdad me costó mucho escribir esto, pero fue necesario para mi propia katarsis. Te puedo decir que ya hoy me siento con un peso menos de encima y una tranquilidad enorme!

    Gracias por tu comentario. Sé que a veces me puedo ir de"maltripeada" y a veces intento darle un giro más light a este asunto. Sientete libre de comentar cuando quieras!

    Ki, cada uno de nosotros tiene sus tiempos. Me han preguntado que cómo es posible que después de tanto tiempo siga dándole manija a esto. Pero tarde o temprano, todos salimos, así que Fuerza Ki!

    Un fuerte abrazo a ambas!

    ResponderEliminar
  4. encantadora.. hay cosas que hacemos para uno mismo... hay secretos que llevamos tatuados y son evidentes... hay que cosas que sentimos por que somos así.. pero a los idealistas del mundo hay aprender a dormir sentimientos... para que otras realidades despierten....y sacarse la coraza por que no hay nada como vivir...pero eso si con los ojos bien abiertos... o con que no hay nada como que las cosas pasen y dar lo mejor de uno mismo... y a celebrar el CUMPLEAÑOS!!! love you.... you gone have a lotta love to change things..

    ResponderEliminar
  5. Palabras más y palabras menos!!!! No me las robaste pero eso era lo que quise decir en abril del 2006 en Madrid! La diferencia es que yo las escupí en una mezcla de vodka con téquila

    ResponderEliminar
  6. Hola Valentina, es la primera vez q te leo por un link en el blog de Toto y tengo que decirte sobre este post que lo mejor q podrás hacer en tu vida es superar esto. Supéralo y no tengas miedo de volverte a enamorar, de volver a confiar, de volver a amar y de volver a desnudar tu alma. Sólo arriesgando podrás volver a conseguir el amor que tanto anhelas así que no permitas que una o mil malas experiencias cambien lo que eres ni tus sentimientos. Me encantó la frase del final!!

    ResponderEliminar
  7. Pero qué buena carta, por el amor a las letras! Hubo varios momentos donde casi la piel se me encoge. Genial, Valen, genial este desahogo.

    ¿Qué más te puedo decir? Es un camino largo y lleno de obstáculos el de "superar" a alguien, yo creo sinceramente que incluso luego de esta carta tendrás su sabor de cuando en cuando en tu boca, será normal. Mas éste se irá diluyendo tan sublimemente que no te darás cuenta, podrás recordarlo sin tenerlo presente ¿Y te digo qué vaina es buena? eso, recordarlo y quedarte como una incrédula que dentro de ti no se mueve ni el viento.

    Luego de 5 años y 4 meses de noviazgo y varios meses de soltería, un día lo recordé y no sentí algo, ni dolor ni placer, fue sorprendente, fue perfecto.

    Así que tienes bastante chance!

    Saludos!

    ResponderEliminar
  8. "Confieso que hay días en los que muero por verte, por volver a tenerte, por volver a tocarte, y hay días en los que quisiera borrarte por completo, ni siquiera recordarte, como si no hubieras pasado por mi vida hace 6 meses, o hace un año, o hace 17 años"


    No se porque pero todas las mujeres sufrimos igual :(
    No es justo

    ResponderEliminar