lunes, 23 de diciembre de 2013

You live and you lose.

Este año ha sido raro, con lo bueno y con lo mano, con las ganancias y las pérdidas, con sus días felices y sus momentos en los que la tristeza parece insuperable. Hoy es uno de esos días.

No les ha pasado que hasta que no sienten dolor físico por una pérdida emocional no se dan cuenta de que realmente perdieron, I mean, for good? ¿No? ¿es sólo a mí? Bueno. Resulta que ayer supe que cuando una relación se daña, no importa cuánto hagas por arreglarla, nunca vuelve a su estado original, nunca vuelve a la normalidad, porque no depende de una que las cosas vuelvan a ser como eran antes, sino de que la otra persona quiera.

Las relaciones, del tipo que sean- son hermosas y perfectas mientras fluyen con naturalidad, mientra haya puntos comunes y química. Cuando una de las dos cosas se pierde -sobretodo si es la química- la relación empieza a ser forzada e incómoda hasta que finalmente pasa a un plano en el que deja de existir.

Hace unos días supe que habíamos caído en ese plano. Sí, cada tanto hablamos de alguna banalidad, buscando tema de conversación obligado, ya nada sale natural. Ya no sé de qué manera decir que extraño cómo éramos, o mejor dicho: ya no sé si vale la pena decirlo, porque sonaría demasiado gastado. Mientras insiste en que todo está bien, que nada ha cambiado y que está para mí cuando lo necesite, yo sé que la realidad es otra. Hoy no somos más que simples conocidos que alguna vez se conocieron muy bien.

¿Cómo lo supe? Porque sentí un dolor terrible en el cuerpo. Literalmente sentí un coñazo en el estómago y la consecuente falta de aire. Sentí que el corazón se me trataba de escapar del pecho por la boca, y hoy, casi una semana después, todavía siento ganas de vomitar. Es la manera nada sutil de mi cuerpo de decirme "nena, perdiste. Lo perdiste".

I'm kinda sad about it. ¿A quién engaño? I'm really depressed. Ando extrañando como loca y esperando a que pase no sé qué cosa que no va a pasar.

Nena, supéralo. Perdiste. Lo perdiste.

jueves, 5 de diciembre de 2013

domingo, 13 de octubre de 2013

¡Salud y gracias por el Hechizo!



Hace varios años, cuando apenas era una niña, tuve mi primer contacto con un mundo maravilloso y perfecto en el que cualquiera podía ser todas y cada una de las cosas que podría haber soñado, visitar lugares fantásticos y vivir las más increíbles aventuras todo desde una pequeña sala en el sótano del colegio Champagnat.

Unos amigos me habían invitado a ver una obra de teatro estudiantil que les habían recomendado. La pequeña sala estaba repleta. En el escenario estaban armados dos edificios cuyas ventanas se encontraban casi de frente. Una niña sentada en una ventana con los pies colgando hacia afuera. En frente un niño rubio que desde un piso más abajo la admiraba embelesado. La obra se llamaba "Hechizo".

"Hechizo" fue una obra perfecta para enamorar del teatro a una muy idealista chica de doce años. Y fue así. A partir de ahí procuraba ir a al menos dos funciones de cada nuevo montaje de Skena, y yo misma comencé un corto pero delicioso e inolvidable recorrido por las tablas del teatro de mi propio colegio.

Han pasado 21 años desde que me hice parte de la historia de Andrea y Daniel y desde que empecé a creer que la magia realmente existe, y precisamente hoy, los que hacen que posible esa magia están cumpliendo 34 años.

Durantes estos 34 años, Skena nos ha deleitado con montajes de calidad. Con ellos he reído a carcajadas, me he conmivido y llorado, me he hecho crítica, me he convertido en adulta y he vuelto a ser niña, me he ilusionado y me he enamorado. He creído.

Así que a mis queridos y admirados hechiceros que durante toda una vida  han dado este regalo, les deseo muy feliz anivesario, y que sean muchos años más de historias para contarnos.

¡Salud!

sábado, 31 de agosto de 2013

Any given day, tres años después





Hace tres años hice este listado que decidí reeditar el mes pasado. Creo que esta vez me costó un poco más, quizás porque lo sentí más serio, quizás porque fui consciente de cómo muchas cosas han cambiado en mi vida, y de cómo percibo mi propia vida. A pesar de que tres años pueden no parecer nada, a pesar de que pasan volando, pude ver que he crecido, que he cambiado en algunos aspectos, aunque mi esencia siempre sea la misma.


So here goes...
Day 1 — Your best friend
Day 2 — Your Crush
Day 3 — Your parents
Day 4 — Your sibling (or closest relative)
Day 5 — Your dreams
Day 6 — A stranger
Day 7 — Your Ex-boyfriend/girlfriend/love/crush
Day 8 — Your favorite internet friend
Day 9 — Someone you wish you could meet
Day 10 — Someone you don’t talk to as much as you’d like to
Day 11 — A Deceased person you wish you could talk to
Day 12 — The person you hate most/caused you a lot of pain
Day 13 — Someone you wish could forgive you
Day 14 — Someone you’ve drifted away from
Day 15 — The person you miss the most
Day 16 — Someone that’s not in your state/country
Day 17 — Someone from your childhood
Day 18 — The person that you wish you could be
Day 19 — Someone that pesters your mind—good or bad
Day 20 — The one that broke your heart the hardest
Day 21 —Someone you want to give a second chance to
Day 22 — Someone you judged by their first impression
Day 23 — The last person you kissed
Day 24 — The person that gave you your favorite memory
Day 25 — The person you know that is going through the worst of times
Day 26 — The last person you made a pinky promise to
Day 27 — The friendliest person you knew for only one day
Day 28 — Someone that changed your life
Day 29 — The person that you want tell everything to, but too afraid to
Day 30 — Your reflection in the mirror

viernes, 30 de agosto de 2013

Day 30 — Your reflection in the mirror




Soy quien yo he hecho de mí. Para bien o para mal, con más o menos logros de los que esperaba, con algunas metas cumplidas e infinidad expectativas sin cumplir.

I'm not quite there yet, but I will be soon enough.

jueves, 29 de agosto de 2013

Day 29 — The person that you want tell everything to, but too afraid to



No creo que haya una persona a la que quisiera contarle absolutamente todo, más bien discrimino entre a quién contarle cada cosa que quiero contar.

Miedo de contar cosas? Recuerdo haberlo sentido cuando estaba pequeña y hacía algún desastre con témpera sibre la algombra o el cubrecamas o cuando se me rompía un plato o un vaso. Esconder la evidencia y morir callada. Si se descubre, culpar a hermano menor.

Hay cosas que hay que decir y punto, jo importa cuán difícil puede ser, y el miedo no es algo que deba detenernos. La prudencia, en cambio, sí.




miércoles, 28 de agosto de 2013

Day 28 — Someone that changed your life

Hay cuatro personas que fueron determinantes para que yo pudiera lograr uno de mis grandes metas, que era completar mis estudios para poder graduarme de Abogado hace casi diez años. Eran tiempos complicados a nivel económico y cada vez se me hacía más cuesta arriba poder pagar la universidad a pesar de que trabajé durante toda la carrera.

Fueron personas que sin tener ninguna obligación para conmigo, tuvieron uno de los gestos más enormes del mundo Caíto, José Manuel, el Dr. Rodríguez y Tico se salieron de su camino, de su zona de confort y se convirtieron en cuatro héroes.

Les estaré eternamente agradecida, porque en buena parte, gracias a ustedes, soy lo que soy hoy.




lunes, 26 de agosto de 2013

Day 26 — The last person you made a pinky promise to

Una noche estaba chateando con mi amigo Juan y hablábamos de las cosas que quisiéramos hacer, lugares que nos encantaría visitar y aquellos que ya conocemos pero a los que queremos volver. Me preguntaba sobre España, sobre mi vida en Madrid y las visitas a Barcelona. Si ustedes me leen con cierta regularidad, sabrán lo que siento por esa ciudad y las ganas que tengo de algún día vivir allá.

Le contaba a Juan cómo es la ciudad, las cosas que hay para ver y hacer, cómo es la gente, el clima, las calles... La magia.



Creo que con lo poco que le conté pudo hacerse una buena idea de lo que es Barcelona, o al menos de cómo la veo yo, y le encantó. Empezamos a fantasear un poco con un ficticio viaje a Catalunya. Viviríamos de lo que le dejen por tocar su guitarra en La Rambla mientras yo buscaba trabajo en alguna fundación aprovechando el pasaporte italiano que todavía no tengo. 

Le prometí a Juan que si algún día llegábamos a ir a Barcelona, lo iba a pasear por toda la ciudad para que conociera todos mis rincones favoritos. Lo llevaría a desayunar un domingo a la Champañería con la promesa de que saldría de ahí borracho antes de las 11 de la mañana. Iríamos de picnic a la playa y luego subiríamos hasta el Tibidabo para admirar la casa de Gaudí desde lo alto. Iríamos al cine al aire libre en Montjüic. Nos tomaríamos fotos absurdas en la azotea de La Pedrera y haríamos el tour trimardito de 7 bares al que me llevaron Marco Tulio y Miguel cuando fui por primera vez para cerrar la noche comiendo un kebab o un durum en el huequito ese que queda en una callecita que corta La Rambla.

Algún día haremos todas estas cosas, my friend. Te lo prometo.

domingo, 25 de agosto de 2013

Day 25 — The person you know that is going through the worst of times

Sé que hace unos meses D. la estaba pasando mal. Sé que se sentía frustrado por no poder controlar algunos aspectos y situaciones de su vida. Sé que la distancia le jodía, que no poder hacer algo al respecto, por lo menos sin que implicara alguna complicación, lo desmotivaba. Sé que no se sentía contento con muchas cosas. No sé si estaba pasando por el peor momento posible, no me corresponde a mí decidirlo, pero sé que no estaba bien.


Hoy no sé cómo está. Sé que la distancia dejó de ser un issue, pero desconozco si hay alguna otra molestia que la reemplace... o no. Desconozco si está feliz o camino a serlo, aunque espero que sea así.


sábado, 24 de agosto de 2013

Day 24 — The person that gave you your favorite memory





Truth be told, I had a blast. 

Definitivamente mis días en Caracas no hubieran sido lo mismo de no haber pasado el tiempo que pasé allá con él, que aunque ese quedó corto, it was all worth wild. 

Sin duda alguna, me quedan recuerdos hermosos de esos días.

viernes, 23 de agosto de 2013

jueves, 22 de agosto de 2013

Day 22 — Someone you judged by their first impression

Cuando llegué a Caracas en febrero me fui a tomar unas cervezas a la Tasca de Juancho con unos panas. A algunos de los que estaban no los había conocido en personahasta ese momento (Ina y Codo), pero ya desde hacía algún tiempo nos tratábamos por twitter o facebook. Al que sí no conocía de nada era a Alfredo, el novio de Ina.

Me pareció una persona (o un gato, mejor dicho) bastante peculiar y hasta un poco raro. ¿qué un poco? Bastante raro. La verdad no lograba sacarle la ficha y debo confesar que ese día no me cayó del todo bien. No sé por qué, simplemente no y ya.

Pocos días después un grupito nos fuimos a la playa, y aese viajecito vino Alfie. Regresé del domingo playero casi amándolo. Me pareció un amor. Seguía siendo particular, pero en el sentido muy querible de la palabra. Creo (juzgando sin conocer bien a ninguno de los dos) que le va muy bien a la dulce Ina.


miércoles, 21 de agosto de 2013

Day 21 —Someone you want to give a second chance to

«Todo el mundo merece una segunda oportunidad» y otras frases hechas que pueden o no aplicar en ciertos casos. 

Creo que va a depender no tanto de a quién se le da o no esa oportunidad de «redimirse», sino el porqué habría que considerar dársela. Creo que en algunas circunstancias uno puede dar segundas, terceras, cuartas e infinitas oportunidades y en otras, no dar ninguna y cortar de raíz. Todo va a depender de la situación. Y ojo, no hablo de perdonar, olvidar o no tener la capacidad de hacerlo. No tiene nada que ver con eso, sino de qué situaciones ameritan un segundo intento y cuáles hay que saber dejar quietas.

Si intento pensar en alguien a quien quisiera darle ese nuevo chance de algo, me cuesta. Pienso más en hechos, situaciones, relaciones que quisiera intentar de nuevo y pienso en las que no quisiera repetir o en las que aunque quisiera, no tienen sentido repetir.

Por ejemplo, me gustaría intentar hacer funcionar mi última relación fallida, pero ¿tiene sentido hacerlo? No lo sé, quizás si las circunstancias fueran otras le echaría bolas. Quizás así él también le echaría bolas. O quizás no. El caso es que las cosas son como son y en este momento no hay nada que se pueda hacer para cambiarlas, y más adelante tampoco sabré si me interesaría cambiarlas.

Quizás las segundas oportunidades no tengan nada que ver con tener un final feliz, sino con tener un buen final, con cerrar bien las cosas. Eso sí creo que vale la pena: darle a las cosas el cierre que merecen. «End things right». Eso.

O tal vez sí...

martes, 20 de agosto de 2013

Day 20 — The one that broke your heart the hardest





D lied. I don't appreciate being lied to. He said we deserved at least giving it our best try. He didn't try. He said that no matter what would happen in the end, he would always be there for me, and I would always be an important part of his life. He won't bare to speak to me. He said he would always have loving feelings, I don't think he ever did. He lied.

And it was heartbreaking.



lunes, 19 de agosto de 2013

Day 19 — Someone that pesters your mind—good or bad



Hace varias semanas que por diversas distracciones, ocupaciones y preocupaciones no he tenido la cabeza puesta en pensar en él, en lo que pasó (o no pasó) en por qué las cosas son como son y no como esperaba y quería que fueran. Por unas semanas ni me vino a la mente todo el asunto pero por alguna razón en días recientes es lo único que me da vueltas en la cabeza.

Mentira, no es lo único. Tampoco tan malpegada, pero sí que he estado pensando mucho. Recordando más bien. Cosas reales, cosas que pasaron, pero también aquellos recuerdos que fabricamos en nuestras cabezas de lo que nos hubiera gustado que fuese, de todo lo que imaginamos que podía llegar a ser. Recuerdo los gestos,  las palabras, los abrazos, las miradas y las sonrisas. Pienso y recuerdo... y me frustro.


domingo, 18 de agosto de 2013

Day 18 — The person that you wish you could be



Creo que si hay algo constante en mi vida, es la respuesta a esto. Siempre, siempre quiero ser una mejor versión de lo que soy hoy. Quiero ser mejor profesional, mejor hija, mejor amiga, mejor pareja, mejor ciudadana  mejor estudiante, mejor vecina, mejor madre (a mi matita de ají), mejor hermana... mejor persona. Do what you gotta do.



sábado, 17 de agosto de 2013

Day 17 — Someone from your childhood





A Lu la conozco desde que éramos un par de piojas (aunque ella sigue teniendo cara de piojito). Teníamos 9 años cuando nos hicimos amigas en el colegio y 24 años después (malvados todos por hacerme sacar esa cuenta) lo seguimos siendo.

Varias veces llegamos a perdernos la pista, pero cada tanto una reaparecía. Hoy mantenemos contacto constante aunque ella insista en no tenér un número de teléfono al que la pueda llamar. A dios gracias existe el wifi y whatsapp y skype y esas cosas.

Lu siempre ha sido de esas amigas incondicionales y desprendidas. No se complica demasiado porque por experiencia propia sabe que la vida puede ser más difícil de lo que muchos creemos, así que decide gozársela. Conmigo siempre fue especial, siempre fue una excelente amiga y creo que una de las muy pocas de las que no he tenido ninguna queja.  

Encima la muy guacha hizo que se me aguara el guarapo cuando me pidió que fuese la Maid of Honor de su boda. Y bueno, obvio le dije que sí.

viernes, 16 de agosto de 2013

Day 16 — Someone that’s not in your state/country

Aquí no sé bien qué escribir. Personas que no están en mi país, o en el país en el que vivo? En todo caso, la respuesta no varía demasiado.

De mi país cada vez se va más gente, así que fácilmente podría escribir una lista enorme. Por otro lado, en el país en el que vivo hay muchas personas que no están simplemente porque no son de aquí, porque o bien están en Venezuela, o se fueron  y están regados por todo el mundo. Así que, de nuevo, la lista sería larga, muy larga.

Hagámoslo simple entonces. Una persona que no esté en el mismo estado/provincia/ciudad. Siguen siendo un montón, pero hay una que sobresale por genia e ídola, poque Buenos Aires sería otra si viviera aquí, porque no hay guacha más divertida y finalmente porque #AmoAPichu




jueves, 15 de agosto de 2013

Day 15 — The person you miss the most

No creo que aquí pueda nombrar a una sola persona. De hecho, ni siquiera puedo empezar por una persona, sino por una ciudad. Caótica, peligrosa e ingrata como es, no puedo dejar de querer pasar más tiempo en Caracas y sacarle el jugo a lo poco bueno que le queda, incluyendo a su gente. Pero no toda su gente, no cualquiera.

La extraño porque allí están las personas que extraño, las personas con las que quisiera pasar más tiempo y compartir la cotidaniedad. Pero probablemente la persona que más falta me ha hecho en estos dos años desde que vivo en Buenos Aires es esta lindurita con muequita torcida en la boca.


Samy Apareció en mi vida porque se le cantó, y lo hizo en un momento más que perfecto. Desde entonces se convirtió en mi compañera de peripecias caraqueñas alocadas, de rones, de bares, de cafés, de patear la ciudad, de planes sin pretensiones, de conversaciones banales y profundas, de hablar de chicos y de planes de vida, de llorar nuestros despechos, de felicitarnos cuando salimos de ellos. 

Samy es la única persona que me llama tanto como mi mamá y con la que me cuelgo horas a hablar de todo y de nada. Aun así la extraño. Extraño lanzarme para su casa y ver los Grammy o el Miss Venezuela mientras tuiteamos de la pollina de Taylor Swift con una jarra de Nestea y un bowl hasta el jopo de cotufas enfrente. Extraño los planes de domingo relajados en una ciudad que aparenta ser más amigable. Extraño que noe echemos todos los cuentos habidos y por haber con un roncito en la mano mientras de nuevo voy ganando la confianza de Capote, porque por teléfono no es la mitad de entretenido.

Sis, te estoy esperando por acá. No tardes mucho en visitar.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Day 14 — Someone you’ve drifted away from

En estos tiempos tan convulsionados en Venezuela en el que la política, la seguridad y la inflación son los principales factores que influyen en la decisión final de emigrar, y con eso viene el desarraigo. El contacto con las personas con las que tratabas a diario se empieza a perder de a poco hasta que llega un momento en el que la cotidianidad deja de existir. En mi caso que he venido saltando de país en país en los últimos 5 años, pasa aún más. Voy dejando a gente regada por todos lados y el contacto termina limitándose a algún comentario o "like" en Facebook.


Aún así sé que el día que me encuentre con muchas de ellas, va a ser como si nos hubiéramos visto hace un par de días, salvo porque nos tendríamos que poner al día con los cuentos, pero el trato, en esencia, sería el mismo.

Hay casos en los que no es así. Con el contacto habitual se pierde algo más y la relación pasa a ser "awkward" y a veces hasta pierde sentido insistir en mantenerla. Así me pasó con un amigo que era muy amigo, pero que un día decidió desaparecer. Nunca me enteré por qué. Ya a estas alturas tampoco tiene sentido averiguarlo.

Por lo menos me queda que durante cuatro años me maté de risa con sus cosas.

martes, 13 de agosto de 2013

Day 13 — Someone you wish could forgive you



Yo procuro ir por la vida tratando de no hacerle mal a nadie, por lo menos no de manera intencional. Aún así, sé que eso no es garantía de que más de una persona no me tolere o incluso me tenga arrechera, eso está completamente fuera de mi control y la verdad no me molesta en absoluto, porque probablemente se trate de personas que me son ajenas e incluso totalmente indiferentes.

Por otro lado, están las personas a las que uno -con o sin intención, por acción o por omisión- termina jodiendo. En mi caso procuro no hacerlo porque no me trae ninguna satisfacción personal. A veces pienso que I'm too good for my own good y por eso termino pasando roncha. El punto es que actualmente no creo que haya alguien a quien le haya hecho un daño tal que no haya podido perdonarme, y si lo hay, pues me  gustaría saberlo so I can make ammends.

lunes, 12 de agosto de 2013

Day 12 — The person you hate most/caused you a lot of pain

Yo la verdad no odio a nadie. Bueno, quizás a Chávez y a Maduro por las razones que todos sabemos (no voy a entrar en detalles).

Durante toda la vida, una persona se va a cruzar con muchísimas otras que con o sin intención le van a hacer daño, y otras tantas que le van a hacer un bien increíble. Al mismo tiempo, uno le hará bien o mal a las personas que lo rodean en determinado momento. Funciona así.


Yo muchas veces he sufrido y la he pasado terriblemente mal no necesariamente por el daño que otros pueden infligir, sino por las expectativas que me voy creando (muchas veces con ayuda de la persona involucrada) y que luego no se cumplen. Pero hay casos en los que terceros sí son capaces de causar mucho dolor, y me ha pasado.

Al sol de hoy, creo que nada me ha dolido tanto como ese break-up horrible del 2010 que fue el causante del mayor despecho de mi vida. Hoy está todo bien con Eddy, ya fue. Water under the bridge, pero intento recordar algo que me haya dolido más que eso en los últimos años y me cuesta.

No quiero echar nada en cara ni sacar viejos trapos a la luz. No es la intención

domingo, 11 de agosto de 2013

Day 11 — A Deceased person you wish you could talk to



Han pasado casi 12 años desde que se nos fue Tatá, y creo que en los últimos dos o tres años la he extrañado más que en los primeros diez. No que antes no la extrañara, sólo que ahora la extraño más. Tengo ganas de hablar con ella mientras nos tomamos en café a las 5 de la tarde como ella acostumbraba hacer religiosamente.

Tatá era muy sabia. Siempre tenía consejos para todo. Me corregía cuando hablaba mal. Me enseñó desde muy pequeña que los verbos infinitivos en segunda persona del singular nunca terminan en "s" y cuando usar "por ejemplo" y "por lo menos". Cuando empecé a ir a fiestas de 15 años acompañadas de amigos un tanto mayores que yo siempre me decía "usted aguantando un mediecito entre las rodillas, y que no se caiga", y así fue. Me consentía, me acompañaba al cine cuando no me dejaban entrar sola y pasaba horas mientras me probaba ropa que luego me regalaba. Horneábamos galletas juntas y hacíamos un quesillo delicioso (bueno, lo hacía ella, yo todavía no he aprendido).

Tenía mucha más paciencia que mi mamá, pero cuando tenía que regañar, regañaba y era en serio, para asustarse, pues.Era una genia.

Hoy quisiera contarle muchas cosas, y preguntarle muchísimas más.

sábado, 10 de agosto de 2013

Day 10 — Someone you don’t talk to as much as you’d like to





Uno de mis mejores amigos de la universidad se casó hace unos meses en Punta Cana. Tuve la suerte y la diche de poder ir y compartir con él ese importantísimo momento de su vida.

Hacía más de 5 años que no nos veíamos. Él se fue a vivir a Nueva York poco después de que yo me fuera a Madrid y luego no llegamos a coincidir más en Caracas.

Una de las cosas que más me encantó de poder ir a su boda, más allá de la fiesta, de estar en Punta Cana y de conocer a gente realmente divina, fue poder aentarme después de tanto tiempo a echar cuentos con él y ponernos al día y también de recordar viejos tiempos, con él, con todos.

Me gustaría que habláramos más y que lo hiciéramos más seguido. Charly en escencia es el mismo de hace diez años pero ya no lo conozco «como si lo hubiera parido» como solía ser y extraño un poco eso.

Voy a intentar dejar de ser tan vaga y hablarle más.

viernes, 9 de agosto de 2013

Day 9 — Someone you wish you could meet



Tengo que hacer un trabajo sobre Juan Ramón @La Bruja@ Verón (sí, el padre de Juan Sebastián) para Fútbol II y existe una mínima posibilidad de que pueda contactarlo para entrevistarlo. Si logro hacer ese contacto, me encantaría también lograr una entrevista con la Brujita.

Honestamente no es que haya soñado toda mi vida con conocer a alguno de los dos, pero sí me encantaría tener la oportunidad de hacerlo, ya que son dos grandes referencias del fútbol argentino. Sé que sería algo que valoraría y recordaría el resto de mi vida.


jueves, 8 de agosto de 2013

Day 8 — Your favorite internet friend



Ella sabe burda de fútbol, dice las cosas como son sin edulcorarlas, no se anda con pendejadas y es burda de pana. Nunca la he visto, pero se rumorea que alguien alguna vez sí le vio la cara y por eso supongo que sí existe y que no es una masa etérea que tuitea. Siempre tiene hambre, al parecer come como bestia porque tiene una solitaria en la panza a la cual ha llamado "Heriberto", pero a según es un palo de lo flaca (cochina envidia). Su única foto pública conocida es la que adorna su tuiter.


Mariale además es una enferma de los memes. A todo responde con el meme ideal para ello. No me imagino la base de datos que debe tener porque encima los consigue en cuestión de segundos. Ah, y todavía un par de años después nos seguimos riendo de aquel abogado histérico y amargo que la amenazó con denunciarla ante el CICPC por burlarse de su esposa, como si fuera su culpa que a la otra la madre decidiera ponerle un nombre completamente impronunciable (el mismo esposo no sabe como pronunciarlo bien, se los prometo).

Si no la conocen o no la siguen aún, no esperen más: @mdivagando

miércoles, 7 de agosto de 2013

Day 7 — Your Ex-boyfriend/girlfriend/love/crush

Well, this is hard.

He wasn't my boyfriend, he wasn't just a crush.But I did love him... a lot. Actually, I kinda still do.

Él no es como la mayoría de los chicos con los que he salido, y precisamente esa distinción fue la que me llevó a quererlo con tranquilidad, sin miedos, pero intensamente. Con él, por primera vez no estaba a la defensiva esperando el momento inevitable en el que todo se iría a la mierda, porque siempre todo se va a la mierda. Pero sólo hace falta que las cosas salgan bien una vez. Una sola. Y estaba segura de que sería ésta.

Es un caballero. Es cariñoso y no es prejuicioso. Es un unicornio. O al menos era todas esas cosas, porque hoy no es la persona que yo vi hace unos meses. Lo sé, escribir eso es un lugar común, pero es la verdad. Hace rato que dejé de sentirlo amable. Hoy no sabría decir si "es" o si era". No tengo idea.



Honestamente y quizás con mucha ingenuidad, creí que si iba a haber una persona que estaba dispuesto y que iba a jugárselas por mí en esta vida, era él. Al menos al principio tenía la intención, pero resultó no tener la fuerza... o las ganas, no sé, nunca terminó de quedarme del todo claro. Nunca supe bien en qué momento pasamos del "Lo mínimo que merecemos es intentarlo" al "necesito tiempo para resolver cosas" al "no tengo voluntad" al completo y total silencio que todavía aturde un poco.

Durante el poco tiempo que duró esta historia él me enseñó muchas cosas. Aprendí mucho de quién soy, quién quiero ser y cómo quiero estar y con quién. Estoy segura que él también aprendió algunas cosas, entre ellas, a valorarse más.

Lo extraño un poco. Mentira. Lo extraño más que eso, pero es una puerta que hay que cerrar porque hubo muchos acuerdos y muchas promesas que se rompieron y no creo que tengan arreglo.

martes, 6 de agosto de 2013

Day 6 — A stranger




Él es el verdulero que tiene su puestito en los chinos a dos cuadras de mi casa. Es peruano, y alguna vez me dijo que me iba a explicar cómo hacer crema huancaína. No sé cómo se llama, ni qué edad tiene, si tiene familia o de qué club es hincha (aunque sospecho que de Boca). No vende los aguacates tan caros, y también los llama "aguacate" y es de los pocos que siempre, SIEMPRE tiene ají picante para vender.

lunes, 5 de agosto de 2013

Day 5 — Your dreams

Estoy en medio de una crisis de edad, de etapas, o qué sé yo de qué que me produce mucha angustia al ver que estoy por cumplir 34 años y aún no tengo demasiado claro qué voy a hacer con mi vida. No sé si me voy a quedar en Argentina, si me regreso a Venezuela o si una vez que me salga el pasaporte me largo para Europa a ver qué consigo por allá.

Este cúmulo de dudas, esta incertidumbre me han obligado a pensar en que debo idearme un plan. Quiero estabilidad, y necesito conseguir la manera de tenerla. Quiero estabilidad financiera y estabilidad emocional. Quiero mi propia casa con mis propios muebles y cachivaches. Quiero una relación normal con un tipo normal que eventualmente quiera compartir su vida conmigo y con quien llegar a formar una familia. Quiero el perrito, mas matitas, el tiempo libre para cuidarlos. Quiero hacer mil cursos: de idiomas, de canto, de baile, de actuación.

También quiero trabajar por placer en algo que me encante y que ese trabajo me permita tener suficiente calidad de vida. Quiero dejar de vivir como una estudiante pelabolas porque soy una profesional con un máster haciendo la segunda carrera. Quiero poder ir al Mundial de Fútbol sin que eso implique arruinarme ni pasar tres años endeudada. Quiero viajar, pero no quiero tener que mudarme cada año o dos corriendo detrás de oportunidades laborales.

Quiero mil cosas que finalmente se resumen en algo tan simple como ser independiente, ser autónoma, ser libre y estar tranquila... ser feliz.

Relax, just relax

domingo, 4 de agosto de 2013

Day 4 - Your Sibling(s)

Mi hermanita, esa chiquitita malcriada fan de Hanna Montana y de Floricienta, ahora es una mujercita a la que mis amigos muuuuucho mayores que ella quieren que les piche (OL-VÍ-DEN-LO).

La niña tiene un sentido de la moda y del estilo que le envidio terriblemente, aunque no tanto como su guardarropas (tiene ropa arrechísima). Se dejó de pendejadas con Justin Bieber y ahora lo suyo son los Jonas Brothers (lo cual, francamente, me produce cierto alivio). La carricita está hermosa, hay que decirlo. Lleva la cuerpa, la pela y la tamaña (está tan alta como yo).

También tengo un hermano, al que mis panas llamaban «Valentinito» cuando éramos más chamos, porque y que era igualito a mí. Yo ese parecido nunca lo vi hasta que me rapé la cabeza y fue como que «aaaaahhhhhh.... ya entiendo». Es chef, cocina riquísimo pero saben cómo es: en casa de herrero, cuchillo de palo. Es decir, supongo que cocina riquísimo.

Aquí, la enana:





sábado, 3 de agosto de 2013

Day 3 - Your Parents

Mis padres son un caso, pero no voy a ahondar demasiado en por qué lo creo así. Los que sí les puedo decir es que toda mi vida he estado convencida de que no soy como ninguno de los dos, aunque cada uno insista y asegure que soy la cagada del otro. «Carajo, eres igualita a tu mamá!» «Es que eres 'Tepedino' por dónde se mire!». Yo al final no sé hasta qué punto es bueno o es malo parecerme a mis padres en algunos aspectos, porque cada uno lo hace parecer como una cosa terrible, pero al fin y al cabo son quienes me hicieron.

Lo que sí les puedo decir, es que si bien yo nunca he logrado verlo, aparentemente en lo físico soy igual a mi papá. Tanto, que si mi madre no me hubiese parido, tendría dudas sobre su maternidad. Sin embargo, esta semana me pasaron - o mejor dicho, hice - dos cosas que me asustaron. El domingo una amiga fue a casa. Yo aún no había tendido mi cama y ella se sentó sobre la sábana. La hice levantarse para poner el cubrecamas y que se sentara ahí, porque «con ropa de calle no te puede sentar ahí». El lunes al salir de clases fuimos a la pizzería de la esquina. Cuando dos de los chicos terminaron de comer vi que habían dejado los cubiertos en X. No me aguanté y los acomodé, ambos apoyados uno al lado del otro de un lado del plato. Otro chico me miró con cara de «qué hacés?», y al percatarme de lo que había hecho exclamé con horror «¡soy mi madre!». Entonces no, ninguno de los dos me puede negar.

Se los presento, para quienes no los conocen:


viernes, 2 de agosto de 2013

Day 2 - Your Crush

IAhora ando en una de asimilar que muchas veces las cosas, por más que se quieran y por todas las ganas y la voluntad que le pongamos, no siempre se dan. Hace unos meses me había encontrado con una persona con la que podría asegurar casi al 100% que iba a durar lo que uno espera que una relación dure, es decir, hasta que dejemos este plano. por un montón de circunstancias que no voy a enumerar no sucedió así y como comenté hace un par de posts, ando en modo escéptico.

Yo soy jodida para que me guste alguien, pero por lo general, cuando me llega a gustar, me gusta mucho. MUCHO. Pero hoy, y más aún después del último break-up, ando en un modo quizás más zen... O menos entusiasta. No sé bien.

Sí, hay un chico que me gusta. Nos llevamos genial. Me divierte, me hace reír muchísimo, me trata con cariño, me inspira ternura y también alguno que otro mal pensamiento. Es inteligente, es atento, es buen conversador. 

Me gusta pero twndría que dejarlo así, quietito. Me planteo constantemente si es mejor o no dejarlo en un plano platónico porque hay mil razones por las que terminaría en desastre todo.

La cosa es que no es tan sencillo dejar quieto. Si hay química la hay y punto y a veces hay que amarrar al cerebro un rato o emborracharlo para que no fastidie al resto del cuerpo cuando quiere sentir. 

Por ahora endo entre el «tripeate tu vaina» y el «deje así, Andrés», y «así» me lo estoy tripeando.

Ah, también usa franelas muy finas:


jueves, 1 de agosto de 2013

Day 1 - Your Best Friend

Mis amigos de toda la vida van a seguir siendo mis amigos de toda la vida, no importa cuánto tiempo pasemos sin vernos o sin hablar. El que hoy no elija para este día a la misma persona de hace 3 años no guarda relación con la amistad que tenemos.

Hoy, estando lejos de casa en una ciudad difícil, puedo decir agradecida que tengo a una gran amiga. Qué amiga? Una hermana.

A Marlene la conocí por Twitter. Yo aún vivía en Caracas y ella estudiaba un MBA en Buenos Aires. Teníamos a otro par de conocidos tuiteros en común (Dalia y Juanjo) y surgió una especie de sociedad.

Marli es la que me ha escuchado las quejas, los llantos y las puteadas y amarguras. Es la que se sienta conmigo una vez por semana a bajarse una bolsa de maní y una botella de Benjamín Rosé en verano, y tinto en invierno. Es la que no le tiene miedo al Mamajuana dominicano, a pesar de la imagen de la negra con el tabaco en la etiqueta. Es la compañera de picnic, de planes baratos porque siempre andamos pelando bolas. La perseverante que no se rindió hasta conseguir quedarse en Buenos Aires a pesar de las dificultades. Es con la que hablo de chicos, de los buenos y de los malos; de los que no queremos olvidar y de los que no queremos volver a cruzarnos nunca en la vida. Es constante, es honesta (a veces brutalmente honesta). Es una genia.


¡Púyalo, Limardo!

Esta crónica la escribí hace un par de meses para una clase de Expresión Escrita y me gustó cómo quedó (aunque a mi profesora la iba decepcionando con cada escrito, pero ¿quién la nombró a ella la reencarnación de Hemingway?). 


A exactamente un año de su proeza olímpica, un pequeño relato de cómo viví desde mi oficina en Buenos Aires la llegada del oro de Rubén Limardo.



¡Púyalo, Limardo!





            Hay deportes de los que no entiendo, que nunca he visto, y por los que nunca mostré el más mínimo interés a lo largo de mi vida. La esgrima siempre fue uno de ellos. Así, viéndola por encimita, no me atrapaba, no me parecía que tenía mayor chiste ni emoción. Pero eso cambió el 1 de agosto de 2012.
            No había estado prestando demasiada atención al desarrollo de los Juegos Olímpicos de Londres, más que nada, por falta de televisión, pero esa mañana me había enterado a través de las redes sociales de que había un venezolano con posibilidades de traerse una medalla a casa, puesto que había llegado a semifinales de espada del torneo de esgrima. Rubén Limardo, oriundo de Ciudad Bolívar, nos tenía a todos atentos.
            No llegaban a ser las 12 del mediodía de ese frío miércoles de invierno porteño. Yo apenas me instalaba en mi escritorio con una buena taza de café con leche en una mano, y con el teléfono siguiendo Twitter atentamente en la otra. Para ese momento ya Limardo ya había alcanzado la semifinal al derrotar en cuartos de final al italiano Paolo Pizzo. Mientras tanto, yo buscaba la página oficial de los juegos para poder ver en vivo el siguiente duelo.
            “¿A qué hora pelea con el gringo? – “¡En 15 minutos, y si le gana, por lo menos una de bronce se lleva!”. Finalmente encontré el stream. Ansias, expectación. Cuento los minutos y me olvido que tengo obligaciones laborales que cumplir, fechas tope y reuniones con clientes. “Luego me encargo de eso”.
            Un par de horas antes el otros esgrimista venezolano en competencia, Silvio Fernández, había caído en octavos de final contra el estadounidense Seth Kelsey, actual oponente de Limardo, así que estamos todos con los nervios de punta: yo en mi oficina, mis compatriotas en Caracas, Madrid, Toronto, Nueva York y en latitudes tan lejanas como Sidney siguiendo a Rubén y comentándolo por las redes.
            Hasta aquí sólo me atrevía a entusiasmarme con la posibilidad de ganar una medalla de bronce. Uno pone las esperanzas en su favorito, pero trata de no emocionarse demasiado, de no esperar demasiado para no decepcionarse si el triunfo no llega.
            Ya Kelsey había derrotado a Limardo en la final espada de los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011, en un cerrado enfrentamiento que favoreció al norteamericano 12-10. Kelsey empezó ganando, y yo empezaba a rezar. No puede ser que éste sea el verdugo de los venezolanos. Pero a pesar de su largo brazo, Rubén fue más ágil, y se aseguró una medalla olímpica al imponerse 6-5.
            Twitter explotaba ¡Limardo a la final! ¡Vamos por el oro, Ruben! Nadie hablaba de otra cosa, al menos nadie que no fuera venezolano. Finalmente todos estamos de acuerdo en algo: nos olvidamos por un momento de la inflación, de la inseguridad y de la crisis política y nos dedicamos a apoyar a nuestro D’Artagnan.
            La final no será sino hasta las 14:30 en Venezuela, 16 de Argentina. Me tomo unos minutos para almorzar y finalmente hacer todo el trabajo que  había descuidado durante la mañana. Pero quiero hacerlo rápido, que no quede nada pendiente, porque la final no me la quiero perder por nada en el mundo.
            A pesar de mantenerme ocupada con mil pendientes, no dejo de mirar el reloj cada 3 minutos. Me desespero porque el tiempo no pasa, pero eso es lo normal cuando se mira la hora tan seguido. Es como mirar una olla de agua mientras se espera a que hierva, toma una eternidad.
            Las 4 de la tarde, finalmente. Ya Rubén Limardo y el noruego Bartosz Piasecki en guardia, esperando que comience el primer asalto. Me tomé la libertad de descolgar el teléfono para que nadie molestara. Empieza el duelo y ambos se ven muy parejos. Rubén con una ligera ventaja sobre el noruego, pero nada está definido. Mientras tanto, desde nuestras casas y oficinas le damos aliento usando etiquetas cómo #PúyaloLimardo #PorElOro y #VamosRubén. Sabemos que no nos puede leer, pero no importa porque sentimos que igual le damos fuerzas para ganar.
            Esta vez no se agotó el tiempo reglamentario. Estoy pegada a la pantalla de mi computadora viendo como en el último asalto la diferencia de puntos poco a poco se agranda. Hay esperanzas para Venezuela. Se viene nuestra segunda presea dorada, y la primera en estos juegos.
            En mí no cabe la emoción. Ni hablar de Limardo que corrió a los saltos por toda la pista con los brazos en alto tras obtener el último punto. Corrió a abrazar a su tío y entrenador Ruperto Gascón, quien junto a su madre le inculcaron desde pequeño el interés por esta disciplina. La sonrisa no le cabe en el rostro y a mí se me escapan unas cuántas lágrimas de alegría viendo la escena. Pocos minutos después cuesta más contenerse, al ver mi bandera y escuchar mi himno nacional sonar en Londres. Me hace recordar que cuando queremos, podemos ser grandes.
           

miércoles, 31 de julio de 2013

Un reto por día

(Imagen de Julieta Segura)

Hace tres años hice un Reto por Día que resultó ser un ejercicio chévere to sum up cosas, personas y vivencias que fueron importantes en su momento. El tiempo ha pasado, y evidentemente muchas cosas han cambiado, algunas otras se mantienen igual, pero decidí que tres años más tarde vale la pena volver a hacer este pequeño reto, quizás para ver qué tanto se ha modificado mi vida, qué tanto he avanzado o cuánto ha cambiado mi propia manera de ver las cosas.

Empiezo mañana.

jueves, 18 de julio de 2013

Descargo



Hace unas semanas que intento escribir este post, pero no he sabido muy bien por dónde empezar. Todavía me cuesta entender qué pasó. Todavía estoy incrédula y estupefacta. Todavía trato de descifrar cuál versión suya es la verdadera: la que conocí hace seis meses, o la que muestra ahora con tanta insistencia.

Quizás me cuesta entender porque desde el principio hubo mil y una promesas de que esto no iba a terminar como terminó. Y porque por primera vez en la vida creí que no iba a terminar como terminó. Eso lo hace más desconcertante. Y más acojonante.

Imagínense que por primera vez están súper seguros de algo, que por primera vez no tienen dudas de que es tan real para ti como para el otro. Fuck. Nunca es así.

Algún gen masoquista debo tener para estar a estas alturas todavía dándole vueltas al asunto y tratar de conseguirle alguna explicación - lógica o no - de cómo una pasa de ser alguien importante y determinante en la vida de otro a ser inexistente en un parpadeo. Un día eres la persona que convence a alguien de lo mucho que vale y al otro no vales ni siquiera que se tome unos minutos para dedicarte un par de palabras. Who the hell does that? Who the hell can be not only so ungrateful, but so mean? Acaso yo merezco esa vaina? Sé que no.

Otra cosa que no logro y que nunca lograré entender es esa bendita maña que tiene la gente de decir con plena seguridad cosas que no siente: "yo voy a hacer todo lo posible". "No me voy a rendir". "Te quiero y sé que vale la pena el esfuerzo y sacrificio". "No importa lo que pase, siempre voy a estar y vas a estar".... Y a la primera traba deserta cual Francesco Schettino, sin mirar atrás y sin decir adiós... "Yo no dejo nada valioso en ese barco, so fuck it!". Newsflash: you're being a jerk. Tanto empeño y esfuerzo para agradar y caerle bien a todo el mundo and ironically he doesn't give a shit con la persona que pudo ver más allá. 

Perdonen si no cuido la forma y el estilo en este post. Mi intención no es tratar de escribir un gran texto o por lo menos uno que agrade. Ya fui poética y usé metáforas en las varias cartas que le escribí que probablemente fueron a dar al tacho de basura y que nunca obtendrán respuesta. Hice lo que pude e intenté hacer mucho más, pero cada vez me encontraba con una pared más  y más alta. No di más. Juro que traté de ser paciente, de ser comprensiva, incluso de hacerme la tonta para evitar percatarme de la creciente indiferencia que terminó por convertirse en simple desprecio. En esas condiciones, hice más que cualquier persona normal. Al menos eso creo. Pero no di más. 

Qué tiene que pasarle a alguien para dar esos giros tan drásticos? Qué tiene que pasar para que una persona a la que adorabas y "amabas irracionalmente" de la nada se convierta en... pues en nada? Yo, que soy una necia empedernida siempre quiero saber, siempre quiero llegar al fondo de todo y encontrar respuestas quizás inexistente, y como no las consigo, me frustro, me enojo y me decepciono. Ese es el problema con las expectativas - las propias y las que crean terceros -, y yo siempre termino en el mismo lugar: hecha una falsa cínica, porque el "no creo en nadieN" nunca dura lo suficiente.

Yo no termino de aprender.