Mostrando entradas con la etiqueta Go For It. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Go For It. Mostrar todas las entradas

domingo, 23 de octubre de 2022

To the friend who never was




Human nature is a tricky thing. To understand why people behave in a certain way even under certain circumstances can be quite complicated. You, for instance. You have always been such a mystery to me. Even though I feel I know you well, and to some extent I do, I also feel I don't know much about you and your life. You've always made a point of hiding yourself from me. Years ago I would've taken it personally, but it seems in the past few years I've grown and changed and learned to manage my own insecurities, at least a bit.

Regardless, though I do tend to let my guard down and open myself up to you, I still don't feel entirely free or confident to tell you what I'm thinking, nor to ask you what's on your mind. You see, from the begining we've always had this ambigious way about each other where we allow ourselves into the deepest intimacy, but we build this huge barrier around the most mundane of things. And I don't think it's even a matter of trust, although I do somtimes wonder why you always kept me at a bigger distance than anyone else. I don't ask about it anymore, of course.

There's something so rare about us. We've come and gone, we've been through all the unimaginable ups and downs. We've loved and hated each other. We've hurt and cared for each other. We've been trhough all of it and none of it, and yet, here we are, years later, as if time never really went by, and I still can't manage to figure you out.

I don't know if we'll ever meet again. I don't know how it's gonna be if we ever do. I can say for sure that it was nice to see you. It was nice to somehow reconnect. I do really enjoy your company when we're in a good place, when you decide to be friendly and even sweet. I've always felt comfortable with you during those moments. But I must be honest, it still bothers me when you suddenly go aloof and careless out of nowhere, as if you feared getting too close. 

I want you to know that I did miss you after you left. I guess I kinda got used to having you around the last time we met. After we said our good-byes and I watched you walk away I felt a void. Maybe it was just the silence surrounding me after a hectic and busy week. Maybe it was your absence. I cannot be sure of the reason, but I am sure about that feeling of emptiness.

I hope the day comes when we can leave the games behind and just be sincere to each other, and when we don't feel like we have to hide that we actually get along and like and care for each other. Maybe the day will come, maybe it'll be in another lifetime.

As always, take care.

V.-


domingo, 19 de julio de 2015

Day 9 - Makeover



Si bien siempre le he dado "una ayudaíta" a mi pelo para pimpear su tono rojizo natural, nunca había hecho un cambio de color drástico. Para los que se preguntan (y últimamente me lo han preguntado bastante - ésta va para ti, Melete), mi tono natural es castaño rojizo.

Desde hace tiempo, mis amigos L'oreal, Wella, Alfaparf y pare de contar me han dado una manito para resaltar un poquito el rojizo, pero sólo un poquito porque soy una cagona y le tengo terror a los cambios muy drásticos (salvo cuando decidí raparme, pero eso se debió a causas mayores).

Como últimamente se me estaba aclarando mucho el pelo al punto de verme bastante catira (que a mí no me luce, porque es más cool ser pelirroja), en un arranque me fui al Farmacity y compré el tinte más rojo que encontré. Rojo Melisandre.

El miedo: no suele gustarme demasiado llamar la atención y por eso prefiero que algunas cosas se mantengan bajo perfil. Me daba miedo que el color fuese tan fuerte que tooooooodoooooooo el mundo me notara. Soy bastante tímida en ocasiones. Por otro lado, siempre está el miedo a que el resultado sea desastroso, y al principio estaba convencida de que lo había sido. I don't do well with change.

Después de una semanaI've grown to like it, quizás es la costumbre o capaz es que en realidad se ve bien pero yo todavía estoy medio renuente. A los Chiquis les gustó, Euge dice que "se me ve re bien", Germán actually LOLed y mi papá piensa que mi cabeza parece - and I quote- un "cerro prendí'o".

I'm starting to like my "Lord of Light" red. For the night is dark, and full of terrors.

domingo, 28 de junio de 2015

Día 8: Al Aire!


El Reto: Por lo general soy una persona bastante sociable y expresiva, hablo un montón y siempre que puedo doy mis opiniones respecto a cualquier tema. Sin embargo, cuando se trata de hablar en público, frente a una cámara o un micrófono, mi cerebro se congela, las ideas dejan de fluir, la memoria [in]convenientemente se me borra y termino pareciendo una completa idiota que no logra encadenar dos ideas coherentes.

Para una entrega que tuve el viernes, tenía que grabar un programa de radio de media hora que luego debía presentar a mi clase de Publicidad y Comercialización. así que nos pusimos manos a la obra.

El Miedo: bloquearme. Sufro de un terrible miedo escénico y aunque dentro del estudio de radio no hay personas que físicamente me estén mirando, el saber que luego voy a ser escuchada por extraños me saca de mi zona de confort y me lleva a titubear, con lo cual, fácilmente puedo perder el hilo de la idea que intento comunicar.

Not an ideal situation for someone who wants to be a journalist and work on radio.


El Resultado: el jueves fuimos a al estudio de radio de la facultad para grabar. El programa trataba de las publicidades qie aparecieron en distintos medios de comunicación durante los Mundiales de fútbol más relevantes para Argentina, según su participación en ellos.

El reto era no equivocarnos y lograr grabar todo en una sola tirada, porque el tiempo, además, era limitado. Además, estaríamos saliendo al aire como programación especial esa noche.

Lo logramos. Lo logré. No perdí el hilo, no dije incoherencias, no tuve silencios fuera de lugar. Y me encantó!

Yep, I can be a total spaz, and yet, this time I managed not to be.



domingo, 21 de junio de 2015

Day Seven: Wearing my heart on my sleeve



Amar no es fácil. Debería serlo, pero pocas veces lo es. Menos cuando va en una sola dirección. Saben qué también es dificilísimo? Decirle a alguien que lo quieres aún sabiendo que no te quiere de vuelta, o al menos no de la misma forma. Uno se pone en una posición muy vulnerable en la que se le da carta blanca al otro para desarmarte por completo. Hay que tener un par (de huevos o de ovarios) para lanzarse de frente.

Si te quieren o no es irrelevante. Si merecen tu amor o no es irrelevante. El amor no se basa en méritos ni exige reciprocidad. Se siente y punto, y mientras tengas la oportunidad de hacérselo saber a la otra persona, mi recomendación es que lo hagas, por muy aterrador que parezca. Nunca te pongas en esa jodida situación en la que terminas preguntándote "what if...?"

Hoy crucé media ciudad precisamente para hacer eso. Era una cuestión de "ahora o nunca", pues esta noche él tomará un avión para cruzar el Atlántico y aunque no dejamos de hablar de reencontrarnos, lo cierto es que no sé si alguna vez nos volvamos a ver. Decidí lanzarme sin previo aviso, y sin saber cuál sería su reacción. I just went for it.

Desde el momento que subí al colectivo hasta que abrió la puerta sentí mi corazón hacer "tucún, tucún, tucún" como si intentara escaparse por mi boca previendo que terminaría más arrugado de lo que ya estaba por la inminente despedida.

Una mezcla de nervios, nostalgia y admito que bastante miedo me terminaron por revolver el estómago por la respuesta que pudiera recibir. Verán, él hizo de quererlo una misión casi imposible. Me sacó canas verdes. Hizo que quisiera mandarlo a la mierda mil veces (y algunas lo mandé), y mil veces hizo que quisiera tenerlo cerca de nuevo. Sus razones tendría. Con él nunca supe dónde estaba parada. Con él todo siempre fue "por qué fácil, si difícil también se puede?". Pero también con él me sentí querida y especial.

El recuerdo de los rituales de té o café acompañados de los abrazos más fuertes, amorosos y tiernos que he recibido en mi vida va a estar revoloteando siempre entre mis pensamientos preciados.

Alguna vez me dijo que me quería. Hoy no, pero eso no importa. No fui buscando eso. Me dio un abrazo de los suyos, de esos que duran casi para siempre. Me llenó la cara de besos como siempre hace. Me miró y me sonrió como nadie hace. Eso me basta.



sábado, 20 de junio de 2015

Going for... A day at Mercado Central... Tons of cheap food!




El reto: ir a hacer compras al Mercado Central. El Mercado Central queda lejos. Bien lejos. Está en las afueras de Buenos Aires vía al aeropuerto de Ezeiza y se llega en un colectivo que da más vueltas que mamón en boca'e viejo. 

El Miedo: Lo primero era saber si realmente iba a llegar. Al no conocer para nada la zona, es muy fácil pasar de largo. Sí, a estas alturas de mi vida me da miedo perderme aún teniendo un smartphone con GPS en la mano.

Por otro lado, una escucha tantos cuentos de que en los mercados (o cualquier lugar muy concurrido) abundan los carteristas, que durante toda la compra estuve paranóica pendiente de que no me robaran la billetera. Se imaginan? Perdida en Ezeiza y sin un peso encima para volver?

El Resultado: Al llegar allí todo es abrumador porque no sabes por dónde empezar, dónde y qué conviene comprar, hay una muchedumbre que te apura en cada puesto hasta que finalmente terminas llevando los cuatro kilos de pechuga de pollo que ya tienen empaquetados en oferta  porque sientes que si te atreves a pedir sólo tres tanto el carnicero como la doña que sigue en fila te van a arrancar las greñas de un solo tirón por perturbar el sano orden de la cadena de compra.

Lo que sí les puedo asegurar es que todo es barato, muy barato. Compré comida como para mes y medio, incluyendo carne, mucho pollo (lo de los 4 kg. de pechuga es en serio), chuletas de cerdo, kilos y kilos de frutas y verduras y hasta una docena de facturas a 17 pesos. El regreso lo hicimos en remis y lo pagamos entre tres, así que no salió caro. Cuestión que entre todo gasté unos 600 pesos, más o menos lo mismo que gasto comprando tres pendejadas en un supermercado que me duran semana y media.

Además, hay un dinosaurio mecánico gigante que menea la cola.

Esto va a ser un ritual mensual.


miércoles, 10 de junio de 2015

Going for... Ink!



Le temo al dolor. Al físico, pero sobretodo al emocional. Le temo a arrepentirme de marcar mi piel para siempre con algo que en unos años no corresponda con mis gustos, con mis sentimientos o con mis valores. Le temo a ponerme en manos de alguien que no comprenda mi visión y me marque con cualquier cosa.

No es mi primer tatuaje, pero no dejan de darme miedo las agujas, al menos hasta la primera pasada. Ya de ahí en más es sólo una molestia. Hace tiempo vengo con la idea de hacerme algo en la muñeca izquierda. Algo relacionado con la infinidad del amor. Pasé mucho tiempo buscando un diseño pero ninguno me convencía. Todos estaban muy trillados y gastados. Quería algo mío.

Y lo encontré. Y pocos días después quedó impreso en mi piel.

Soy una pobre romántica sin remedio. Creo en que el amor es infinito. no nace ni muere. Cambia, se transforma. Siempre está allí, flotando en el aire, esperando que una nueva historia se alimente de él. Es infinito.

Love is old, love is new
Love is all, love is you.




martes, 9 de junio de 2015

Going for it! Trusting my hair to a friend



El Reto: dejar que mi amigo y compañero de piso, Juan Sebastian Trujillo Sepúlveda (he's the new "Mirrranda Veracruz de la Joya Cardenal"), me tiñera el pelo. También decidí cambiar un poco de tono. Quería algo más fuerte y llamativo, pero no conseguí el tinte adecuado, así que tuve que conformarme con intensificar un poco el tono que ya tenía.

El Miedo: Se imaginan si se me quemara y se me cayera el pelo? Yo sí, y aunque ya una vez estuve con la cabeza rapada, no es precisamente algo que quiera repetir, mucho menos ahora que viene el frío invierno (hombres, no sé cómo lo hacen!).

Yo suelo tener mucha aprehensión por los cambios muy drásticos en cuanto a mi aspecto se refiere, y aunque éste no sería nada extremo, no podía dejar de pensar "y si este 'rojo vibrante' casi zanahoria no me queda bien?" "Y si es muy caricaturesco?" "Y si me queda horrible???" Jesus, woman, it's only hair!

El Resultado: No me quedé calva (woohoo!!!). Aunque de a ratos sí sentí que se me quemaba el cuero cabelludo. Normalmente no pica tanto, pero supongo que cambiar de marca tiene sus consecuencias.

El color me gustó, aunque no del todo parejo. Va en degradé, tirando a casi rubio en las puntas. Definitivamente tenemos que mejorar la técnica.

Bathroom selfie with the outcome:




lunes, 8 de junio de 2015

Redefiniendo.



Hace unos días decidí llevar a cabo mi propia versión del "100 Days Without Fear" que se ideó Michelle Poler en NY. Desde que empecé no he querido seguir mirando los retos que ella se pone en un intento de no copiar experiencias y hacer las cosas que a mí, Valentina Tepedino, me asustan.

Pero a medida que me vienen a la cabeza todas esas cosas que alguna vez quise hacer y nunca hice, me di cuenta de que  quizás no todo tiene que ver con el miedo. Admito que hasta ahora, muchas de las cosas que he dejado de hacer en mi vida las vengo dejando para después por mera procrastinación, aunque otras tantas, sí, cómo no, por temor.

Nunca he sido demasiado renuente a experimentar cosas nuevas, a buscar otras vivencias, a probar comidas raras (sólo no me den gusanos ni insectos), pero en muchas ocasiones simplemente no termino de animarme a lanzarme, a ir "a por ello", así que decidí que no hay mejor momento que ahora

Es por esto que decidí redefinir un poco mi proyecto, y aunque la etiqueta "Fearless" siga siendo adecuada, el "¡a por ello!", o quizás el menos español "go for it!" será mi nuevo grito de guerra.

Sigo con la intención de ir en busca de aventuras, de razones para descubrir las cosas de las que me he estado perdiendo, y de vivir la vida al máximo.

So, here's to living life at it's fullest. Let's go for it! .