Hace unos días leí en el timeline de Nina Rancel un tuit que rezaba así: "Qué significa ser una 'jeva de su casa?'". Ella escribió un post al respecto, y siento que debo hacer mi aporte.
La primera conclusión obvia a la que llega el común denominador de las personas -hombres y mujeres- es que es esa niña que puedes llevar a casa para presentarle a tus papás. Esa que tendrá el visto bueno de las tías y primas arpías. La que se graduó en el Merici y estudió educación en la UCAB, vestida siempre de modo muy clásico y de punta en blanco. ¡Jamás un escote! Por Dios, ¡qué indecencia!. Tiene cara de muñequita, una voz dulce y un apellido de familia conocida. Ah, y si hizo ballet, tanto mejor. Por lo menos ese es el pre-concepto que me viene a la cabeza, dado que habiendo estudiado Derecho en la UCAB, veía que ese era el prototipo de niña que buscaban los "chicos bien" que estudiaban conmigo.
Entonces, según esto, yo no soy una niña de mi casa? De dónde soy? De la casa (o del rancho) de quién?
Soy una niña... No, qué va. Soy una mujer con curvas y senos poco menos que discretos. Nunca hice ballet. En cambio hice teatro y fui Scout, iba de excursión y dormía en carpas. Construía mesas, cocinaba a leña y me bañaba en el río. Era guerrera, pues. A mí nunca me invitaron a pasar Carnavales a la finca de Carlitos Aranguren porque la verdad, nunca fuimos amigos. Tomo whisky -con soda- y el ron me lo tomo puro, o, como muy diluido, con un pedacito de hielo; digo lo que pienso, y poco me preocupa el dichoso "qué dirán" tan de las Doñas de El Cafetal o de mi madre ("Ay hija, no digas esas cosas en ni pongas esas fotos en Twitter, que ya sabes cómo le encanta criticar a la gente"). Tengo un sentido del humor un poco ácido y a veces hasta negro y hablo de sexo con mis amigas. También con mis amigos. Soy inteligente, independiente, estudiada, me he ido a vivir fuera de la casa de mis padres en tres ocasiones y espero que la tercera sea la vencida. Me encanta el fútbol y cuando voy al estadio -admito- me transformo en un camionero, pero vamos, que eso es normal cuando juega tu equipo. Siendo así, no, no puedo ser una niña de mi casa (aunque todas las noches duerma en mi casa).
En su blog, Nina comentaba que "...es como la distinción que hacen en the US of A entre Fuckable and Lovable". Es decir, que ¿depende del ojo que nos mire catalogarnos en uno de estos dos grupos? ¿Una mujer catalogada como "fuckable" entonces está destinada a nunca encontrar novio? Tiene mil amigos, eso sí, pero algo tiene que le impide ser querible a los ojos de la mayoría de los chicos. Y no es que no lo sea, es que no la ven así. Pero resulta que las "fuckable" también quieren que las quieran bien aunque hayan preferido salir a caerse a palos con las amigas en lugar de quedarse cocinando para su familia y cuidando a sus hermanitos el domingo por la tarde. Usar una minifalda, tener tetas o tener algo de sex apeal no hace a una mujer automáticamente cogible, ni le quita de la misma manera la posibilidad de ser querible, lo mismo que parecer una muñequita de porcelana que jamás ha sido tocada, no implica que esa niña no anda loqueando por ahí, como quien dice.
Lo de ser "niña de su casa" es una generalización que choca y sinceramente me acojona un poco. Sí, dije "acojona". Suegras en potencia: dejen de horrorizarse y supérenlo. Me acojona por varias razones. Su connotación es machista. Es un concepto creado por hombres y por esas suegras en potencia para describir la manera en que quieren que el resto del mundo vea a sus perfectas (¿?) novias/esposas/nueras, sin perjuicio de lo que puedan ser en realidad. Porque sabemos que estas "niñas de su casa" hacen lo mismo que las demás, sólo que se montan sus caras de pendejas bien administradas para que parezca inconcebible. Tal como me dijo un amigo, aquí en Argentina se dice que "es una chica de hogar...o garcha con uno o garcha con otro"... o con ambos, agregaría yo. El punto es que garcha. Eso sí, nunca oímos decir que "ese es un muchacho de su casa", y supongo que es porque los hombres sí dicen a viva voz que, efectivamente, garchan (con una, con otra, o con ambas).
Cómo aún no me queda del todo claro qué significa esto de ser una "niña de su casa", decidí consultar con varios amigos y conocidos, y las opiniones son un tanto diversas. Desde quienes opinan que tal cosa no existe, pasando por quienes lo relacionan con la monogamia y la fidelidad hasta el hecho de ser hacendosa, familiar y sumisa. Por supuesto, hay quienes son más satíricos y sarcásticos al respecto. Lo que sí es común, aunque nadie lo haya dicho expresamente, es que esta niña es respetable - vaya usted a saber según quien - pero respetable al fin. Su única indiscreción conocida será la borrachera que agarró en la despedida de soltera de su mejor amiga, y "omaigá, amigui, tranquila que eso de aquí no sale y Diego Antonio no se va a enterar NUN-CA de que el stripper te bailó y te gozó!". Y júralo, que Diego Antonio no se entera. Pero todas sabemos que Ana Clara, con su carita de yo-no-fui, sí es, y bastante.
Yo no sé, pero yo creo que yo no ando haciendo cosas raras (¿?), sin embargo, por alguna razón que desconozco, desde hace muchos años y hasta ahora, al parecer no califico como "girlfriend material". ¿Quizás por la descripción que di de mí un poco más arriba? ¿Y cómo va a ser, si yo no veo que haya nada de malo con eso? Sí, soy todas esas cosas, pero también soy cariñosa, consentidora, amable, tranquila, cocino bien, soy buena anfitriona, estoy pendiente de mis amigos, cuido a mi perro, lavo la ropa, leo, y cuando estoy en una relación con alguien, soy más fiel que perro'e rancho. Los padres (de amigos y de parejas) suelen adorarme. Eso sí, hace mucho que dejé de ir a misa, y detesto barrer y coletear. Pero igual yo "te" soy un partidazo. Entonces son otros los que tienen que aclararse en los conceptos. Digo... ¿no?
No sé, chicos. Leo sus opiniones y no sé si calzo o no. Según el concepto de algunos, soy una "niña de su casa" casi ejemplar. Según el de otros, hasta me atrevo a decir que me alegro de no serlo. El tema es que al final, esa calificación no me la voy a poner yo. Me la va a poner o negar cualquiera que o bien me quiera subir a un altar, o me quiera criticar. Pero en ningún caso eso me va a definir y el que intente hacerlo se va a llevar una gran decepción. Soy lo que decido ser.
CLAVE la laca en el copete... Ujum
Es una boludez este concepto. De pana. Gracias por aportar, es bueno saber que una no es la única niña de... de... de donde sea que seamos! Un beso.
ResponderEliminaryo soy "una niña de su casa" porque no tengo dinero para comprarme un puto apartamento, de resto demasiada ambigüedad en un concepto que de paso huele a moho.
ResponderEliminarLo de 'niña de su casa es totalmente subjetivo, pero la mujer pefecta es y será siempre la que es una dama en la calle y una zorra en su casa. Que es mujer por el gusto de ser mujer, tiene sus metas bien trazadas y no teme amar, tirar ni vivir.
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