viernes, 30 de diciembre de 2011

El Balance



Hace exactamente un año y un día escribí mis resoluciones para el 2011. A la mayoría las creí imposibles de cumplir, más que nada por un tema presupuestario. Sin embargo, echando un poquito para atrás y leyendo el mencionado post, me di cuenta que precisamente aquellos propósitos que parecían más difíciles, fueron precisamente los que cumplí. Puedo decir, que a diferencia de 2010, que fue una mierda de año, el 2011 lo cierro con un muy buen balance. Que si tuve algún traspié? Obviamente, como todo el mundo, pero como dice la muy sabia Raquel Revuelta: "de to' se sale". Y yo he salido.

Hace un año decidí que en octubre, a más tardar, me estaría mudando a Argentina, un plan que tengo desde los 18 años y que realmente nunca me ocupé de llevar a cabo. Lo logré. El 26 de junio de 2011, a las 11:50 de la nochepasaba el control de migración y mi amigo Nacho me esperaba al otro lado. Aproveché la muy conveniente fecha de mi llegada, y un par de semanas después veía a la Vinotinto de mis amores jugarse el tercer lugar de la Copa América contra Perú en La Plata. No sólo vi un partido de la Copa, no... Vi a mi Vinotinto hacer historia. No ganamos ese partido, pero vamos, fue el único que perdimos, y yo lo viví todo de cerca. 

Importante: conseguí trabajo. Me costó. Me di más de un golpe. Me las vi realmente negras por unos meses porque empecé trabajando para un tipo que resultó ser un verdadero HDP y me dejó prácticamente en la calle. Pero ahora estoy bien. Un buen trabajo, un jefe buena onda, que me trata como familia (aunque aún hay que trabajar un poco el sueldo, pero eso viene). Poco a poco, que se va logrando todo.

En el 2011 tuve la dicha de conocer a personas más que maravillosas que no hicieron sino sumar y sumar y regalarme cientos de momentos y recuerdos para enmarcar (sí, estoy cursi... déjenmÉN!). También tuve un amor, o bueno, algo así. Lo quise mucho y lo recuerdo bonito. Eso es lo importante. 

En cuanto al crush platónico, aún no lo conocí, pero también es cierto que lo cambié por otro (al que sí conocí ya y es absurdamente adorable y más guapo que #MásGuapoYSeMuere), así que digamos que sí: cumplí.

Algunas cosas las sigo teniendo pendientes: volver a las tablas, hacer ejercicio (aunque he bajado de peso), saltar en paracaídas... Y por supuesto, hay metas nuevas y proyectos que se asoman por ahí (ya les contaré de qué se trata). Por lo pronto, prometo escribir más, y más seguido, y volver a las notas futboleras de la F. Se vienen cosas lindas!


miércoles, 21 de diciembre de 2011

A ti, por este maravilloso año


A ustedes, mis queridos amigos, que han hecho de este año uno inolvidable, con todo el cariño del mundo les quiero desear un muy feliz 2012!


A ti, que me regalaste momentos maravillosos durante este año que estamos despidiendo
A ti, que me hiciste recordar la importancia de cuidar las amistades de la infancia.
A ti, que me hiciste descubrir tantas cosas y lugares hermosos que ahora atesoro.

A ti, que me enseñaste a ver lo positivo y a apreciar hasta el más mínimo detalle en lo que me rodea, y a gritarle a mi Caracas que la amo.
A ti, que me regalaste sonrisas, palabras, gestos y detalles que han convertido al 2011 en un año inolvidable.
A ti, que me enseñaste lo perfectamente hermoso de la palabra "fractal".
A ti, que me hiciste sentir que entre nosotros no había distancia, ni océanos ni kilómetros cuando el cariño está en pie.
A ti, que llenaste momentos especiales de música que hoy me acompaña a dónde sea que voy.
A ti, que no dejas que se sienta el paso de los años, contigo siempre es "como si hubiera sido ayer".
A ti, que viniste a visitarme.
A ti, que me hiciste sentir a Argentina cada vez más cerca.
A ti, que me hiciste sentir que Venezuela no está tan lejos
A ti, que me hiciste sentir con cada acto que estar aquí es una aventura fantástica e irrepetible
A ti, que "comadreas" conmigo todas las tardes por Whatsapp.
A ti, por los "comadreos" eventuales de 15 minutos, plagados de risas en el medio de la calle.
A ti, que respondes con cariño y buena onda al cariño de esta demente.
A ti, que desde hace unos años, y en distintas latitudes me has acompañado en momentos difíciles... y en los más felices!
A ti, por darme aliento, por ser oídos, ojos, manos y muro de contención.
A ti, por hacerme sentir que tu casa es mi casa.
A ti, que me has colmado de emociones.
A ti, que ayudaste a borrar las fronteras, estés donde estés ahora.
A ti, que creíste en mi, alimentaste mis sueños y le diste fuerza a mis proyectos.
A ti, por tus abrazos, por tus besos, por despertar y hacer latir mi corazón con tanta fuerza, y por los recuerdos que eso me deja.
A ti, que me hiciste amar cada día más la palabra "amistad".
A ti, por las interminables risas acompañadas de vino y papitas fritas o empanadas, con el  partido de fútbol de fondo en la tele.
A ti, por llenar mi vaso de ron, el bowl de cotufas y la pared de películas inolvidables y por hacer lo mismo la noche de los Oscar.
A ti, que me dices las cosas claras y raspadas, sin edulcorante y con mucho, mucho cítrico. Es de las cosas que más me hacen quererte.
A ti, tan lleno de genialidad y ocurrencias. Tanto talento debe compartirse con el mundo.
A ti, por cada momento perfecto
A ti, por ese buen humor que hace que a uno se le olviden otras cosas quizás menos amables.
A ti, por tu solidaridad y tu empatía.
A ti, porque conocerte me llena de dicha.
A ti, por quererme…yo también te quiero.
A ti, no puedo sino desearte que el 2012 te colme de la mayor felicidad del mundo… 


viernes, 25 de noviembre de 2011

Violencia contra la Mujer: es el momento de parar.


La violencia contra las mujeres no es exclusiva de ningún sistema político o económico; se da en todas las sociedades del mundo y sin distinción de posición económica, raza o cultura. Las estructuras de poder de la sociedad que la perpetúan se caracterizan por su profundo arraigo y su intransigencia. En todo el mundo, la violencia o las amenazas de violencia impiden a las mujeres ejercitar sus derechos humanos y disfrutar de ellos.


Amnistía Internacional, Está en nuestras manos. No más violencia contra las mujeres.



El 25 de noviembre de 1960, tres hermanas dominicanas de apellido Mirabal fueron asesinadas por órdenes del dictador Trujillo. Años después, en 1993, la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y el 17 de diciembre de 1999 declaró el 25 de noviembre el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. A pesar de las declaraciones y de las intenciones, la violencia de género sigue siendo uno de los problemas más serios que aquejan a la sociedad, no sólo en nuestra región, sino a nivel mundial.

El problema del laviolencia de género se hace aún más grave por esa tendencia que tenemos, en lo personal y como sociedad, a invisibilizarlo, a restarle importancia, o a tratarlo como un asunto privado que no debe salir del hogar en lugar de un problema social que todos estamos obligados a combatir.

Lamentablemente, son muchas más las mujeres que alguna vez han sido víctimas de violencia de las que creemos. Sea por miedo, o por vergüenza, no nos atrevemos a denunciar, a buscar ayuda o siquiera a hablar con alguien, y en algunas ocasiones, cuando lo hacemos, la respuesta puede desalentar aún más por el desconocimiento que existe acerca de qué constituye violencia de género y por el estigma que se crea alrededor de la víctima. Desde la más sutil presión, un insulto, una humillación, un empujón, la violación, la explotación sexual, hasta la más violenta de las muertes podrían evitarse si como sociedad no desestimáramos cuán serio es este asunto. 

Ayer con indignación leía cómo una persona en twitter escribía que la violencia de género es un asunto cultural, y que hay problemas más graves que atender, y que además, la mujer víctima de esta violencia lo es porque lo permite, porque no se quiere y no se respeta a sí misma, y es la propia culpable de su situación. Yo le pregunto a esta señorita: ¿y a quién vas a culpar el día que te encuentres con un hombre que te dé tu primer golpe? Será tu propia culpa o de aquel que sin justificación tegolpeó? ¿Es que acaso hay excepciones? Y esas excepciones, ¿se basan, en clases sociales, nivel educativo, color de piel? Piensa de nuevo.

Es cierto, hay otros problemas graves que atender, pero uno de ellos es sanar a la sociedad de la violencia machista. Nos corresponde, a todos, desde la educación, la información, el respeto y la comprensión, hacerle frente a este problema que no se limita a la "privacidad" del hogar. Todos, cualquiera, quien sea, puede y debe denunciar cualquier acto de violencia del que tenga conocimiento. No es un deber exclusivo de la víctima. Recuerden: es un problema social.



martes, 11 de octubre de 2011

Disyuntivas que no se curan con ron

Él siempre llega con algún dulce en la mano: galletas, facturas, chocolates, budines o helado. Me mira con esos ojos de cachorro extraviado que convenientemente expresan un no sé qué tan sentido "te extraño". Me besa dulcemente mientras caminamos hasta el living. "Me regala un roncito?"-pregunta- , y es que le encanta el ron venezolano. "Éste es dulce, como usté" me dice, aunque me doy cuenta que el trago lo regaña un poco. No está acostumbrado a tomarlo puro.

El vaso en una mano, con la otra sujeta mi cintura y me acerca hacia él. Me mira con ternura, me sonríe con picardía y me vuelve a besar, lento, dulce, justo, apasionado. Sus manos exploran mi piel, nuestra respiración se acelera hasta que ambos perdemos el aliento. Nos hacemos uno, en alma y en cuerpo, y ese momento es hermoso, es más que perfecto. Salvo por un detalle. Las sonrisas, la picardía y los rones se disuelven en ese infame momento en el que, al tiempo que lo beso, me doy cuenta que he empezado a quererlo, sin querer he empezado a quererlo y peor aún, me gusta quererlo, aunque sé que no debo. Me invade una sensación de nostalgia, de añoranza al saber que aunque él también quisiera quererme, nunca será suficientemente valiente para permitírselo.

Me dice una y otra vez que debo echarlo. Pero yo no quiero echarlo, y él no se atreve a echarme. Tan estúpido, tan cobarde, tan adorable e irresistible. Tan genuino con sus caritas de niño regañado después de hacer algún desastre y sus cosquillas en los pies. Con su torpeza cual Trucutrú llena de inocencia. Lo quiero. Por todas esas cositas lo quiero y lo quiero querer.

Y por esas cositas es que lo tengo que dejar.

sábado, 1 de octubre de 2011

Así me estrené

Cuando estaba estudiando en Madrid para mi "Súper Máster del Universo", en varias ocasiones pensé en dejar ese máster para irme a Barcelona a hacer una especialización en Derecho Deportivo o en Periodismno Deportivo. Lo cierto es que el máster en la Carlos III no podía dejarlo porque tenía una beca, así que mi idea era terminarlo, buscarme un trabajo en Barcelona para mudarme y dar ese giro hacia algo completamente distinto a lo que venía haciendo desde que me gradué de Abogado en la UCAB.

Mis planes no salieron tal cual como esperaba. De hecho, no salieron ni remotamente como esperaba. La crisis financiera mundial, CADIVI haciéndome la vida cuadritos, una hemorragia cerebral y la posterior cirugía y reposo correspondiente, mermaron esos planes. Regresé a Caracas con el rabo entre las piernas, sin dinero, sin trabajo y sin nadie (entre los muchos contactos) que me tendiera una mano.

Así, desempleada y sin dinero, me perdí de hacer el Curso de Periodismo Deportivo que se imparte en la USB y de asistir a un Seminario en Maracaibo con unos capos en el área tanto de Argentina como de Venezuela. "Más adelante será", pensé, pero cada vez lo veía más lejos.

Finalmente llegó la oportunidad laboral esperada: como Directora en una ONG que trabaja con inmigrantes y refugiados en Argentina (volviendo a las raíces), así que decido armar mis maletas para partir al Sur, y la idea de estudiar vuelve con más fuerzas. Después de todo, estoy en la capital latinoamericana del fútbol y de quienes conocen, hablan, escriben, opinan y comentan de él. La mejor escuela de Periodismo Deportivo del país está a tres cuadras de mi oficina, y el canal que produce las transmisiones deportivas que vemos en el continente está a tres cuadras de mi casa. Estoy en el lugar, y este es el momento.

Pero no es tan fácil. La escuela es cara, y mi trabajo es inestable. Paga poco (muy poco) y básicamente cuando quieren o pueden, así que mientras resuelvo si puedo estudiar o no, decidí, por sugerencia de quien espero ser futura colega, escribirle a gente en medios en Venezuela ofreciéndome como corresponsal desde aquí, y en uno de ellos me abrieron las puertas. "Escribe una previa de uno de los partidos de la siguiente fecha". Y en seguida me puse a escribir.

Es una nota cortita, pero que requirió de un buen rato de lectura en investigación, pero que me dejó  con ganas de ir por más, de seguir escribiendo, de seguir aprendiendo, estudiando y practicando para ser lo mejor que puedo ser. Y la verdad, quedé satisfecha con el resultado. Poco a poco lo voy logrando.

Aquí comparto mi nota con ustedes, porque siendo la primera, no podía no estar aquí:

El nuevo clásico de la temporada.



Ante la ausencia de River en el torneo local, el clásico de Avellaneda cobra relevancia y pasa a ser el más importante de la Primera División esta temporada.

Los “diablos” de Avellaneda vienen de caer ante Vélez por 1 a 0 como locales en la 9ª fecha y de una derrota ante Liga de Quito por 2 a 0 en la Copa Sudamericana. Otro mal antecedente es el reciente escándalo del ex entrenador Antonio “turco” Mohamed, quien dejó su cargo por presiones de la barra brava. Sin embargo, no todo es tan malo: “patito” Rodríguez entrenó sin mostrar molestias ni sentir dolor en su rodilla izquierda, por lo que muy probablemente estará en el partido ante la “academia”.

Por su parte, Racing buscará mantener la segunda posición de la tabla a la espera del resultado del encuentro entre Boca y Tigre un par de horas más tarde, con esperanzas acortar la distancia con el líder. Fue descartada una posible lesión de Pillud, quien llegó de jugar conla Selecciónen Brasil con una sobrecarga muscular en el aductor izquierdo. Se espera que con reposo y cuidados intensivos hasta el domingo, pueda jugar el clásico. Quien no corrió con la misma suerte fue Patricio Toranzo, que sufrió un desgarro en el isquiotibial izquierdo ante San Lorenzo y quedó descartado para este domingo, por lo que el “cholo” pondría a Hauche como socio de Gutiérrez.

Racing e Independiente se han enfrentado en 21 ocasiones desde 1990, año en que se dio inicio a los torneos cortos, siendo Racing local con predominio visitante: 8 victorias de Independiente, 10 empates y apenas 3 triunfos de la “academia”.

Posibles alineaciones:

Racing: Sebastián Saja; Iván Pillud, Matías Martínez, Matías Cahais, Lucas Licht; Agustín Pelletieri, Claudio Yacob, Luciano Aued; Giovanni Moreno; Gabriel Hauche y Teófilo Gutiérrez.

Independiente: Fabián Assmann; Eduardo Tuzzio, Julián Velázquez, Gabriel Milito, Maximiliano Velázquez; Cristian Pellerano, Fernando Godoy, Osmar Ferreyra; Leonel Núñez o Patricio Rodríguez; Brian Nieva o Patricio Rodríguez y Facundo Parra.

La nota la pueden ver en el portal de Todo es Fútbol, donde apareció publicada el viernes. Espero que les guste.

miércoles, 24 de agosto de 2011

A Usté, el de los labios de Menta y Miel.



El otro día caminaba por Santa Fe con una amiga viendo vitrinas en un plan de "window shopping" al más puro estilo de las Gilmore Girls. La verdad muy pocas cosas lograban llamar mi atención. No sé realmente si  es que no estaba pendiente, o si de verdad no había nada que me gustara, hasta que de pronto, en una de esas vitrinas sobrecargadas, vi un vestidito que tímidamente, como quien no quiere la cosa, captó mi atención. Mientras más lo miraba, más me gustaba, hasta que finalmente me dije, convencida, "lo quiero!".

Yo soy de ojos puyúos, entiéndase: antojada. Siempre me intereso por aquellas cosas (y personas) que por una u otra razón terminan estando un poco fuera de mi alcance y disposición. Aquel sencillo vestido que resaltó entre el resto, y que tanto me gustó, sólo lo tenían en talla S.

Con Usted me pasó algo parecido. Yo ya lo había visto, pero no le había prestado atención. Pero usted, primero con cautela y timidez, y luego con picardía, hizo que volteara de nuevo mirarlo y en sólo dos días ya me estaba desordenando las neuronas. Logró instalarse en mi mente a punta de palabras dulces, un poquito de descaro y mucho, pero mucho chamuyo (vale, debo admitir que sí me gustó un poco que me chamuyara). Y yo me instalé en su mente a punta de rebotarlo con comentarios sagaces, irreverentes y hasta alguno indiferente. Después estaba el "ustedeo", esa guindita colorada que terminó de adornar perfectamente el más delicioso de los helados.

Usted se hizo responsable de que yo fuera caminando por la calle con una sonrisa dibujada como la de Cortázar, y de que la gente me mirara como una demente. Pero no me importa que me miren, sonrío sola y camino cantando. Es una de las mejores sensaciones en el mundo. ¿Nunca lo ha intentado? Debería atreverse. 

Su desfachatez me resulta encantadora, su sonrisa tremenda y sus ojitos pícaros que despiertan ternura y malicia a la vez, se me hacen irresistibles. Su mirada fija me pone nerviosa. Sus besos me saben a menta y miel, que combinan perfectamente con los míos que saben a vainilla y chicle bomba, los dos sabores que le hacen falta a su vida. Sus caricias matan, su piel me quema. Como cantó  Cerati: duele de placer su cicatriz en mí. Aun así, lo tengo que dejar.

Lo extrañaré. ¡Demonios, que ya he empezado a extrañarlo! Sufro de un prematuro delirium tremens por su boca, por su sonrisa perfecta y hasta por sus mates con agua hirviendo cebados un lunes a las 9 y media de la mañana. Y es que, ¿cómo se hace para combatir la química si las ganas se nos salen por la piel? Es difícil, pero por ahora las circunstancias nos han jugado en contra. Por ahora nos queda el recuerdo de lo épico, de lo asombrso y de lo que nos ha dejado a ambos boquiabiertos, erizados y temblando.


Eso, por ahora...


martes, 16 de agosto de 2011

¿Los treinta? Son tuyos.

Hace poco, en una conversa perfecta entre chicas que se conocen poco - pero que se caen bien-, salió esta frase: “los treinta años son tuyos”.

Nosotras, en este local de iluminación linda, lleno de buena música, caras extrañísimas pasando por la ventana, nos reíamos felices. Sabana Grande nos aceptaba en su conocido Callejón de la Puñalada.
En este escenario, una de las chicas celebró la felicidad de tener 30 años con la mencionada frase. Una década que se entrega totalmente a lo que “es”: tacones, pintura de labios roja, medias oscuras, ligueros, besos robados, amapuches poliamorosos, cabezas canosas, sonrisas inocentes, despedidas cortas, sexo instantáneo…Y, este año, para mí, no es más que una muestra de ello.

Hace unos meses alguien me hizo descubrir el poder que tenía mi risa aniñada y mi caminar lento. Cosas que no se distinguen en una foto de avatar o en una imagen de fiesta. Hizo darme cuenta del valor de no saberse sexy o realmente hermosa. Simplemente me hizo saber, con una clase de experiencia, que mis movimientos y sensualidad se tenían que descubrir y, eso, valía oro.

De él me quedó el silencio, la picardía de una sonrisa canosa, la discreción de un beso mal pensado.
Con el piso un poco alborotado, regreso a mi espacio. Pero con la necesidad de contarle, aunque sea algo, a la amiga de turno (Sí, aquí en Venezuela ya no queda nadie y los amigos nuevos nacen como flores. Lo maravilloso: siempre, siempre hay. Uno más colorido y fascinante que el otro).

 Esta amiga me recibe con un cuento maravilloso, pero con un protagonista totalmente distinto: un “muchachito”. Nosotras, con nuestros 31 encima, nos reíamos de nuestras historias perfectas: yo con mi canoso; ella con su veinteañero.

Lo que recuerdo de esa tarde era la cara súper sonriente de mi amiga. Y, por supuesto, de cómo se sonrojó al contarme sobre ese primer beso casi adolescente. Un beso robado en un carro, luego de un par de cervezas perfectas. “Este muchachito sabe lo que hace”, me dice la pecosita. Y se tapó la cara para reírse y ponerse como una fresita: roja y feliz. Yo me alegro pero, sin entender mucho, le comento: “el mío tiene 40, jajaja. No sé qué decirte, ami”.

Tres días después, por cosas de la vida, tan maravillosa ella, salgo a bailar. Toda la tarde de ese sábado hablé con una amiga, vino en mano, sobre los besos éstos perturbadores y sobre negocios (sex toys, blogs, letras, blahblah). Nos embochinchamos y salimos a tomarnos un trago en un bar.
 
Me entaconé, me puse una sonrisa y dije: “bah, a bailar hasta que las piernitas no te den. A sacudirnos el silencio éste heredado…” No me di cuenta, simplemente no me di cuenta, de que un “muchachito” me había puesto el ojo. No me di cuenta hasta que me robó un beso. Abro los ojos y veo a un tipo que, con sus 21 años instalados, me hizo la noche.

La belleza de este tipo se salía de mis patrones regulares. No supe ni qué decir. Aunque, al rato, se me salió un: “Esta noche te quedas en mi casa”. Ese día fue, simplemente, la graduación de aquella lección que el canosito me había dado: “Pero claro que eres coqueta, date cuenta y utilízalo”.

Los siguientes 4 meses se llenaron de pedacitos sorpresivos de un cuerpo que, aunque parecía  la perdición en pasta, era una mata de inocencia. La única manera de protegerme de unos labios que rozaban con la perfección, era saberme adulta. Entender que era yo la que manejaba el asunto.

Yo nunca hice una llamada, nunca busqué a aquel francesito que estaba descubriendo un mundo lleno de chicas hermosas que le saltaban encima. Pero, no sé muy bien por qué,  esta criatura venía cada fin de semana a echarme los cuentos más pícaros de su estadía en nuestro país. Por cosas de la vida, tan pícara y encantadora ella, se cambiaron los papeles y era yo la “viejita”, la que tenía experiencia.
Un cuerpo grandote y perfecto me decía: “enséñame”, con sus pequeños 21 años. Y no tuve más remedio que hacerlo, sin culpa ni remordimiento alguno. Una, otra y otra vez.

La última noche se tiñó de “última vez”, de confesiones putas y mucho abrazo largo. Noches que se disfrutan y que quieren ser contadas.

No he dejado de pensar en mi querida amiga Valen y su introducción a los “muchachitos”. Más adecuada, imposible.

Por acá estamos listas para la próxima historia :)

Por Samantha Mesones
@samymesa/@ohmyporn