viernes, 25 de noviembre de 2011

Violencia contra la Mujer: es el momento de parar.


La violencia contra las mujeres no es exclusiva de ningún sistema político o económico; se da en todas las sociedades del mundo y sin distinción de posición económica, raza o cultura. Las estructuras de poder de la sociedad que la perpetúan se caracterizan por su profundo arraigo y su intransigencia. En todo el mundo, la violencia o las amenazas de violencia impiden a las mujeres ejercitar sus derechos humanos y disfrutar de ellos.


Amnistía Internacional, Está en nuestras manos. No más violencia contra las mujeres.



El 25 de noviembre de 1960, tres hermanas dominicanas de apellido Mirabal fueron asesinadas por órdenes del dictador Trujillo. Años después, en 1993, la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y el 17 de diciembre de 1999 declaró el 25 de noviembre el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. A pesar de las declaraciones y de las intenciones, la violencia de género sigue siendo uno de los problemas más serios que aquejan a la sociedad, no sólo en nuestra región, sino a nivel mundial.

El problema del laviolencia de género se hace aún más grave por esa tendencia que tenemos, en lo personal y como sociedad, a invisibilizarlo, a restarle importancia, o a tratarlo como un asunto privado que no debe salir del hogar en lugar de un problema social que todos estamos obligados a combatir.

Lamentablemente, son muchas más las mujeres que alguna vez han sido víctimas de violencia de las que creemos. Sea por miedo, o por vergüenza, no nos atrevemos a denunciar, a buscar ayuda o siquiera a hablar con alguien, y en algunas ocasiones, cuando lo hacemos, la respuesta puede desalentar aún más por el desconocimiento que existe acerca de qué constituye violencia de género y por el estigma que se crea alrededor de la víctima. Desde la más sutil presión, un insulto, una humillación, un empujón, la violación, la explotación sexual, hasta la más violenta de las muertes podrían evitarse si como sociedad no desestimáramos cuán serio es este asunto. 

Ayer con indignación leía cómo una persona en twitter escribía que la violencia de género es un asunto cultural, y que hay problemas más graves que atender, y que además, la mujer víctima de esta violencia lo es porque lo permite, porque no se quiere y no se respeta a sí misma, y es la propia culpable de su situación. Yo le pregunto a esta señorita: ¿y a quién vas a culpar el día que te encuentres con un hombre que te dé tu primer golpe? Será tu propia culpa o de aquel que sin justificación tegolpeó? ¿Es que acaso hay excepciones? Y esas excepciones, ¿se basan, en clases sociales, nivel educativo, color de piel? Piensa de nuevo.

Es cierto, hay otros problemas graves que atender, pero uno de ellos es sanar a la sociedad de la violencia machista. Nos corresponde, a todos, desde la educación, la información, el respeto y la comprensión, hacerle frente a este problema que no se limita a la "privacidad" del hogar. Todos, cualquiera, quien sea, puede y debe denunciar cualquier acto de violencia del que tenga conocimiento. No es un deber exclusivo de la víctima. Recuerden: es un problema social.